GIC: Nadar en contra de la marea

Carrito de mercado

Soy adepto a la práctica de deportes, dice Ivan Fernandes, director de Operaciones de GIC Brasil y creo que es una excelente forma de limpiar la mente y mantener un buen estado físico y una buena disposición para encarar los desafíos cotidianos.
Hasta fines de 2013 practiqué exclusivamente maratones acuáticos. Realizar travesías en aguas abiertas, sin los límites de la piscina, siempre fue un gran desafío para mí, porque implica estar constantemente sometido a los rigores de la naturaleza, ya sea el viento, las mareas o las corrientes.

Durante los años en que participé en esas pruebas, percibía que muchas personas desarrollaban una velocidad muy superior a la mía dentro de la piscina y tenían una técnica de natación infinitamente mejor, ya fuera en cuestiones de respiración, brazada, giro sobre el borde, etc. Pero, al llegar a las aguas abiertas, todas esas técnicas desaparecían. Esto ocurre con suma frecuencia; el nivel de desempeño baja cuando el nadador se encuentra en ese otro lugar de exposición y vulnerabilidad.


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Ahora bien: ¿qué tiene que ver esto con el comercio minorista o con la administración de empresas? ¡Tiene absolutamente todo que ver! En el ejército canadiense hay un lema que dice: “Entre el mapa y el terreno, quédese con el terreno”. Sí, muchas veces los gestores poseen una visión distorsionada de la realidad y terminan tomando decisiones equivocadas que los llevan a obtener resultados mediocres en un mercado cada vez más competitivo
En los comercios minoristas es común encontrar más productos en el registro de lo que permite el espacio físico de las tiendas; debido a esto, el mix de productos queda comprometido, lo que a su vez hace que el comprador trabaje de manera desordenada y los clientes tengan grandes dificultades para encontrar los productos que buscan.
Como indica el lema del ejército canadiense, es necesario que el equipo de operaciones esté alineado con todo el resto del equipo administrativo y posea herramientas que le permitan monitorear la operación y aportar información lo más acorde posible a la realidad de la tienda; esto equivaldría a la lectura del terreno. Es evidente que el minorista tiene dificultades para obtener esta clase de información sobre el piso de ventas y, por ende, toma sus decisiones basándose en el “mapa” de la tienda.

Herramientas como la solución RUB —que trabaja sobre el registro de productos y el movimiento real de todos los ítems y provee a todos los equipos de operaciones del piso de ventas con los elementos necesarios para que puedan abastecer al área administrativa con rapidez, precisión y simplicidad—.

Una simple acción es hacer que el equipo de compras baje al piso del ventas y realice una “auditoría de presencia”; de este modo, los decisores tendrán una noción bastante aproximada de lo que sucede allí y podrán adaptar el mix de productos a la realidad de la tienda; el equipo de operaciones optimizará la utilización de la mano de obra, cosa que aumentará radicalmente las probabilidades de que los clientes encuentren lo que buscan, disminuirá la cantidad de ítems comprados sin necesidad, y mejorará la calidad de los ítems que se comercian.

Si usted practica natación y quiere realizar una travesía, procure entrenar en lagos y en el mar con la mayor frecuencia posible. EL chance de mejorar su técnica, minimizar sus miedos y ganar experiencia en el terreno le dará mayores probabilidades de alcanzar el éxito en las pruebas. En el comercio minorista, acompañe las operaciones, atienda a sus clientes, provea a su equipo con herramientas que le permitan mejorar cada día la atención a los consumidores… y convénzase de que el entrenamiento diario lo llevará al éxito en sus próximos emprendimientos.