De acuerdo al portal de noticias lavanguardia.com
La moda española vuelve a ilusionarse
En el backstage de la semana de la moda madrileña se respira una mezcla entre nerviosismo y expectación. Modelos que corren por los pasillos a medio vestir, cámaras y periodistas con toda la casa a cuestas o diseñadores que, a golpe de aguja, ultiman pequeños detalles.
Hacía tiempo que la moda española no se vivía con tanta ilusión. Prueba de ello, Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, se sentaban en primera fila como invitados de excepción en el desfile de la diseñadora catalana Teresa Helbig.
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Sentado entre su mujer, vestida de Teresa Helbig, junto a la que estaba la cantante Luz Casal, y la directora del Museo del Traje, Helena López del Hierro, miraba los pases de las modelos con gran atención. Las mujeres de los presidentes siempre han acudido a algún desfile para mostrar su apoyo a la moda española, desde Ana Botella a Sonsoles Espinosa, pero ellos no.
Querida Ana Bolena
La diseñadora catalana homenajeó a la figura de Ana Bolena, reina consorte de Inglaterra que estuvo casada con el segundo monarca de la casa Tudor, Enrique VIII. “Cómo me hubiese gustado conocerte. Tuviste la picardía, el ingenio y la astucia para hacer las cosas a tu manera y bajo tus normas en un mundo de hombres”, escribió Helbig en su carta de amor a la monarca.
La creativa se imagina un armario de contrastes con tonos pastel, ocres, cremas y verdes fusionados con el negro, el plata y el dorado. Tejidos delicados como el tul y la gasa de seda que se mezclan con tejidos regios e implacables como la piel o el terciopelo que cobran vida a través de técnicas que reivindican la artesanía laboriosa del corte a láser, los bordados tradicionales o el cuero guateado.
De la Helbig gang -como denomina la firma catalana a sus musas- a la balada griega que Duarte presentó ante la atenta mirada de los ‘influencers’ que él mismo sentó en el centro de la pasarela. “¿Qué es?”, traducción del griego “Ti’ne afto”, fue el hilo conductor de una colección que ponía el foco en el color tomando su inspiración directamente del cine del terror griego de los años sesenta y setenta y de la estética de sus carteles ilustrados.
Roberto Torretta era uno de los nombres fuertes de esta edición. Su vínculo con la Casa Real -ha vestido en varias ocasiones a la reina Letizia- y su gusto por la elegancia lo corroboran. También se cuchicheaba en el backstage lo bien que le ha venido ser el consuegro de Amancio Ortega. Torretta obvia las tendencias y aboga por un armario atemporal poniendo énfasis en las prendas de cuero, abrigos estructurados y los juegos de contrastes.
