Marcas sostienen prácticas desleales con sus proveedores en Bangladesh

De acuerdo al portal de noticias fashionunited.es

H&M, Inditex, Mango y Primark, entre las acusadas por sostener prácticas desleales con sus proveedores en Bangladesh

A falta de menos de una semana de conocer qué marcas y grupos internacionales se van a decidir a adherirse libremente al nuevo Acuerdo de Pakistán, y mientras las principales multinacionales de la moda siguen tratando de hacer gala del buen trato y el compromiso ético que activamente buscan imprimir sobre sus respectivas cadenas de valor formando parte de, entre otras, iniciativas como el propio Nuevo Acuerdo Internacional de Bangladesh o de la Ethical Trading Initiative, un reciente, y concienzudo, informe desnuda y pone en evidencia el, supuesto, trato poco ético que más de 400 firmas de moda, entre ellas las principales marcas comerciales del Grupo H&M, de Inditex y de Gap, habrían mostrado hacia con sus proveedores en Bangladesh.


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Un comportamiento que habrían venido adoptando desde antes incluso de la pandemia, sobre el que habrían reincidido de forma aún más acuciada durante su etapa más dura marcada por la incertidumbre, y desde entonces hasta igualmente posteriormente a que se retomara la actividad en las fábricas a partir de mediados/finales de 2020.

Financiado por la Universidad de Aberdeen, en Escocia, y contando con el apoyo de las organizaciones Center for Global Development y Transform Trade, el informe, publicado bajo el título “Impact of global clothing retailers’ unfair practices on Bangladeshi suppliers during Covid-19” (Impacto de las prácticas desleales de los minoristas mundiales de ropa en los proveedores de Bangladesh durante el Covid-19) guarda como objetivo el profundizar en los efectos que las prácticas de los principales minoristas globales terminan ejerciendo sobre el conjunto de los actores de la industria, en los fabricantes y proveedores y en sus empleados.

Fin para el que en este caso se ha puesto el foco en tratar de analizar cómo y en qué grado las prácticas de compra de los principales minoristas de la moda terminaron impactando en sus proveedores durante los tiempos marcados por la pandemia por Covid-19, y como estas mismas prácticas terminaron afectando directamente a las condiciones laborales de los trabajadores que, por extensión, forman parte de sus mismas cadenas de valor.

“Nuestro objetivo era investigar las prácticas comerciales desleales de los minoristas globales con sus proveedores en Bangladesh”, entran a sintetizar sus responsables a través del mismo informe. Un país que “comenzó a exportar prendas de confección a finales de la década de los 70”, momento en el que el sector “representaba menos del 4 por ciento de las exportaciones totales” del país, para desde entonces convertirse en uno de los mayores proveedores de las firmas internacionales.

Principalmente de Europa Occidental y América del Norte, alcanzado para 2018/2019 el “84 por ciento” de las exportaciones, convirtiéndose en “el sector manufacturero más importante de Bangladesh”, representando “alrededor del 20 por ciento” de su PIB, y dando trabajo a cerca de “cuatro millones de trabajadores” de manera directa, pero con “más de 12 millones de personas” dependiendo “del sector para sus sustento”. Una población que veía así firmemente amenazada su supervivencia a medida que se propagaba el virus del coronavirus.

Acusaciones por cancelaciones de pedidos y/o reducción de precios al inicio de la pandemia
Elaborado a partir de los datos recabados en una encuesta realizada sobre el terreno a los propietarios y/o gerentes de más de 1.000 fábricas de Bangladesh, en diciembre de 2021, y hecho publico este mismo mes de enero de 2023, como principales datos de base del estudio se establece que de las 1.000 fábricas encuestadas, el 19,6 por ciento eran de tamaña pequeño (1-120 trabajadores), el 57,9 por ciento medianas (121-1.000 trabajadores) y el 22,5 por ciento grandes (más de 1.000 trabajadores), contando como mano de obra a un total de 789.302 empleados a fecha de marzo de 2020, momento a partir del cual comenzaron a paralizar su producción. Una plantilla que en su conjunto se llegó a reducir hasta los 589.302 empleados cuando las fábricas reabrieron en abril de 2020, alcanzando los 719.966 trabajadores a fecha de diciembre de 2021.

Unas prácticas desleales que siguieron hasta diciembre de 2021
Lejos de resultar así pues desleales, en los términos de este informe, el comportamiento que mostraron estos y otros minoristas hacia con sus proveedores en Bangladesh a medida que arreciaba la pandemia por coronavirus, las mismas y otras prácticas siguieron alimentándose una vez que las fábricas comenzaron a retomar su actividad, principalmente entre los meses de mayo y agosto de 2020. Fechas desde las que una cuarta parte de los 1.000 encuestados, afirmaron que sus compradores les habían estado presionando para reducir el precio de sus servicios, en lo que había terminado llevando al 18,4 por ciento de ellos a tener problemas para poder abonar el salario mínimo legal de Bangladesh, situado en unas 2,30 libras al día, unos 2,60 euros al cambio actual, e importe que, destacan desde Transform Trade, se mostraría completamente insuficiente para vivir.

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