De acuerdo al portal de noticias Fashionunited, Las raíces de este tipo de tejido son poco claras: algunas investigaciones sugieren que la técnica podría haber derivado de la antigua labor de aguja china, mientras que otras afirman que se originó en Arabia o en tribus indígenas de Sudamérica, y que finalmente se extendió a los países mediterráneos.
Sin embargo, sus inicios en la moda se destacaron en los años 60 y 70, cuando los tejidos a crochet se hicieron más refinados y fáciles de conseguir. Su actual resurgimiento se debe en gran medida a la pandemia y al aumento de la experimentación del bricolaje entre las consumidoras, ya que muchas se dedican a tejer y a experimentar con el crochet como pasatiempo durante el confinamiento. Esta tendencia de estilo de vida se ha abierto paso en la moda como una opción divertida para los meses de verano.
Esta divertida alternativa de tejido proporciona algo un poco diferente para el comprador más aventurero, y aunque a menudo se considera una prenda de punto, su estructura permite utilizarla a lo largo de cada temporada.
Además, su lugar de popularidad hoy se debe, en parte, a la tendencia de lo artesanal del bricolaje, que se fortaleció durante la pandemia. Esta tendencia se ha ido trasladando poco a poco a las colecciones de alta costura y ha contribuido a recuperar la importancia de lo artesanal en la moda.
El crochet “boho” (de estilo bohemio) fue uno de los favoritos de la temporada FW22. Etro marcó el camino en su colección bohemia, en la que los coloridos tejidos de dos piezas y los pantalones acampanados de punto aportaron algo de textura a la pasarela.
El tejido a crochet, con su larga historia y su influencia en la artesanía, desempeña un papel importante en la moda, especialmente en este momento en que las técnicas de bricolaje tienen tanto protagonismo en la fabricación. Además, ofrece a los compradores una alternativa divertida a las prendas de punto habituales y puede seguir siendo relevante durante todo el año.
