De acuerdo al portal de noticias modaes.com
Veinte años e imaginación: qué le falta al metaverso para convertirse en un negocio
Algo más de un año después de que el metaverso se convirtiera en la palabra en boga en el sector de la moda, el retorno en estos entornos virtuales continúa midiéndose, sobre todo, en hype. Los expertos coinciden en que para que el metaverso y la Web3 demuestren todo su potencial falta experiencia, imaginación y tiempo, quizás varias décadas.
“Le faltan varios años para madurar”, opina Cai Felip, consejero delegado de la compañía de desarrollo de avatares a través de fotografías Union Avatars. El emprendedor considera que, de aquí a diez años, el metaverso y la Web3 comenzarán a introducirse en la organización de las empresas, pero que deberán pasar por lo menos 25 años antes de que tenga cabida en el día a día de los consumidores.
“Aún estamos en un momento en el que el metaverso replica demasiado la vida real, falta mucha imaginación”, describe Felip, cuya compañía comenzará en marzo a ofrecer servicios específicos para el sector de la moda.
Los expertos apuntan que una de las barreras es el desconocimiento que hay todavía entre los potenciales usuarios del metaverso. “Existe un gran desconocimiento sobre el potencial de la Web3 y el metaverso y, sobre todo, sobre sus aplicaciones reales más allá del hype”, apunta Héctor Paz, consejero delegado y cofundador de Imascono. La compañía zaragozana, fundada en 2011, es una de las precursoras en España de los servicios de realidad aumentada e “imaginación aplicada”, según describe la propia empresa.
El metaverso como tal todavía no existe, sino que conviven varios que no son interoperables
Otro impedimento para el desarrollo a escala del metaverso es su fragmentación, ya que, por ahora, no existe un único ecosistema interoperable y centralizado, sino varias plataformas y modelos como Roblox, Decentraland o Zepeto, lo que contradice la propia descripción purista del metaverso.
Por eso, el principal uso todavía es la comunicación. En la moda, esto se ha traducido en acciones como el lanzamiento de colecciones de prendas virtuales o en “crear mundos en los que potenciar la relación con la marca y la interacción entre la comunidad de usuarios”, describe el consejero delegado de Imascono. Gucci, Balenciaga, Zara, Mango, Adidas o Nike (que tiene un responsable de metaverso en el equipo) ya han hecho pruebas en este sentido.
Esta aplicación, sin embargo, no podría llegar a incluirse del todo en la definición de Web3. “La Web2 abrió la puerta al diálogo con el usuario a través de blogs y redes sociales y la Web3 permitirá que sean cocreadores del propio universo en el que interactúan”, fantasea Felip.
“Aún estamos en un momento en el que el metaverso replica demasiado la vida real, falta mucha imaginación”, opina Coi Filip, cofundador de la española Union Avatars
Más adelante, el metaverso podrá usarse para otras aplicaciones que sí tendrán un potencial impacto en la cuenta de resultados. A través del uso de avatares y de realidad aumentada, la visión de Felip es que el consumidor pueda probarse prendas digitales y tener una experiencia muy cercana a la real sobre el fitting del artículo y la caída del tejido, lo que potencialmente podría servir para reducir las devoluciones. De hecho, los probadores virtuales han sido una de las primeras innovaciones de realidad aumentada introducidas por los sectores de la moda y la cosmética, señala Paz.
Por otro lado, la inteligencia artificial ayudará a mejorar la precisión de los cálculos de producción de las compañías, mientras que tecnologías como la impresión 3D podrían, en un futuro, prácticamente minimizar el concepto del sobrestock, propone Felip.
Sin embargo, ninguno de estos planteamientos se hará realidad hasta que no se fusionen tecnologías como la impresión 3D, inteligencia artificial, realidad virtual y realidad aumentada, aún en su etapa de germinación, considera el ejecutivo.
