La competencia entre bancas tradicionales y fintechs es una realidad cada vez más evidente. Las empresas fintech, a través de sus numerosas opciones de servicios financieros, se están convirtiendo en la competencia directa de los bancos, que mantienen prácticas anticuadas que no cumplen con las nuevas exigencias del mercado.
Esta nota apareció primero en El Economista
La industria fintech, a diferencia de los bancos tradicionales, se enfoca en el cliente y en la optimización de los procesos financieros más complejos. Esta industria aplica nuevas tecnologías para ofrecer productos financieros rentables, con menores comisiones y mayor tecnología. En este sentido, las fintechs se están posicionando como una de las mejores opciones para la gestión de asuntos financieros.
Las fintechs también ofrecen productos específicos para clientes específicos, lo que les permite atraer a clientes que buscan incrementar sus ganancias. Además, estas empresas son disruptivas y están liderando el sector financiero al amplificar el alcance de los clientes y llegar a otros mercados.
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Las características de las fintechs las hacen revolucionarias en la manera en que se llevan a cabo las finanzas. Su modelo de negocio de inversión alto y sofisticado ofrece transparencia y plataformas donde es posible ejecutar los movimientos en tiempo real a través de distintas operaciones. Las fintechs ofrecen un grado de seguridad bastante elevado que las hace más confiables para el manejo de asuntos financieros.
En opinión de expertos como Daniel Suero Alonso, las fintechs son la mejor opción para abarcar a los clientes objetivo de la banca. Estas empresas ofrecen opciones financieras con cuentas y tarjetas con las que los bancos tradicionales no pueden competir. La banca patrimonial e incluso la banca privada ya están siendo infiltradas por las fintechs, que se han convertido en un sector líder de la industria financiera.
En resumen, las fintechs ofrecen opciones financieras rentables, con menores comisiones, mayor tecnología, transparencia y seguridad para el manejo de asuntos financieros. Estas empresas se están posicionando como la competencia directa de los bancos tradicionales y liderando el sector financiero al amplificar el alcance de los clientes y llegar a otros mercados.
