Críticas del BCE a Impuestos Bancarios en Italia y España

industria financiera

El Banco Central Europeo (BCE) ha reiterado su desaprobación hacia los impuestos extraordinarios sobre la banca que se han implementado en algunos países europeos para compensar las ganancias obtenidas debido al aumento rápido de las tasas de interés. Esta vez, el foco de las críticas se dirige a Italia, donde el BCE advierte sobre el riesgo que la tasa introducida representa para los bancos más pequeños que se centran en otorgar préstamos.

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En un comunicado emitido esta mañana, el BCE, bajo la presidencia de Christine Lagarde, subraya que las autoridades nacionales no han respaldado la introducción de este impuesto con un análisis que justifique de manera razonable su necesidad. Además, no han tenido en cuenta el ciclo económico. Cuando los costos de financiación para hogares y empresas aumentan, también crecen las pérdidas en las carteras de los bancos debido a impagos, lo que los obliga a aumentar sus reservas de capital, un elemento crucial para enfrentar la posible depreciación de sus activos.

En este contexto, el BCE considera que el impuesto bancario en Italia (y en España) podría afectar la rentabilidad de las instituciones financieras y poner en riesgo la estabilidad financiera en caso de crisis económicas graves.

Por lo tanto, se hace un llamado a la «prudencia» en la aplicación de estas medidas recaudatorias, ya que podrían limitar la capacidad de los bancos para otorgar préstamos y, como resultado, afectar el crecimiento económico potencial. En el comunicado se advierte que «estos impuestos extraordinarios podrían tener efectos económicos negativos al restringir la capacidad de las instituciones de crédito para otorgar préstamos, lo que conduciría a condiciones menos favorables para los consumidores».

Además, el BCE señala otra consecuencia preocupante: la incertidumbre jurídica que está generando este impuesto. La introducción retroactiva de un impuesto específico aumenta la inseguridad en cuanto a la política fiscal, lo que afecta la confianza de los inversores y podría resultar en mayores costos de financiamiento para las empresas no financieras. La retroactividad también podría dar la impresión de una falta de claridad fiscal, lo que podría dar lugar a disputas legales y problemas de incertidumbre jurídica. El BCE también identifica riesgos relacionados con la «doble imposición del crédito».

Esta nota apareció primero en lavozdegalicia.es

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