Tras el cierre de todas sus tiendas en España y Portugal, la marca de calzado deportivo New Balance mueve ficha para reinstalarse en el mercado ibérico. La multinacional busca ubicaciones en Madrid y Barcelona para abrir establecimientos propios y recuperar así su presencia comercial en la Península. El pasado 31 de diciembre, la compañía echó el cierre de sus 22 tiendas en ambos países, lo que derivó en el despido colectivo de los 250 trabajadores empleados en las mismas.
Busca ubicaciones premium
A diferencia del modelo anterior de gestión indirecta a través de un acuerdo entre Alfico, que gestiona la marca en Iberia, y Experience Group –que se halla ahora mismo en sede judicial tras la ruptura contractual entre ambos socios–, la textil quiere contar con sus propios puntos de venta tanto en España como en Portugal.
Dificultades para reinstalarse
Hasta el mes de enero, New Balance contaba con tres tiendas en Madrid, concretamente en ubicaciones premium como Gran Vía, Fuencarral y Jorge Juan. Ahora, la firma busca ubicaciones similares, aunque está hallando dificultades para hacerse un hueco en los principales ejes comerciales, donde apenas quedan locales libres que se adapten a sus necesidades.
Por otro lado, los arrendamientos comerciales tanto en Madrid como en Barcelona han experimentado una subida después de tocar suelo durante la pandemia, cuando bajaron hasta un 20%. Según los expertos inmobiliarios, las rentas han repuntado un 15% en los últimos meses, aunque sin llegar todavía a los precios pre-Covid.
Incógnitas sobre los extrabajadores
En paralelo, New Balance ha comenzado también a ofertar diferentes puestos de trabajo a través de Linkedin tanto en Madrid como en Barcelona.
De momento, se desconoce si la compañía contará o intentará recuperar a alguno de los más de 250 empleados despedidos a finales de 2021.
La estrategia para reasentarse en España coincide con el paso atrás de Anna Scheidgen como consejera delegada de Alfico-New Balance Iberia. La decisión de la fundadora, con cuatro de sus cinco hijos embarcados en la compañía, fue que su hija mayor, Angela Scheidgen, pilotase el nuevo modelo de retail de la marca.
Una de las razones del paso atrás de Anna Scheidgen sería el conflicto judicial que mantiene con Experience Group. De hecho, el próximo viernes, 18 de marzo, la madre, su hija y Paul Guaron, vicepresidente de New Balance Global, están citados a declarar como investigados por la ruptura del contrato con la distribuidora.
Fuente: cronicaglobal.elespanol.com
