¡Prepárate! Está de vuelta la bufanda de Alexander Mc Queen

Alexander McQueen

La bufanda con calaveras de Alexander McQueen, amado en su día por las hermanas Olsen, Sienna Miller o Kim Kardashian, está de vuelta para las fiestas de octubre y noviembre.

Además de ver surgir y morir tendencias de moda, lo largo del tiempo hemos visto algunos de los peores horrores conocidos por la humanidad en TikTok. Cosas como ‘Fart Tok’ y NPC streaming y filtros como el de Bold Glamour, todos ellos lo suficientemente inquietante como para mantenernos hipnotizados, mirando y compartiendo, navegando de forma infinita. Esto nos ha enseñado dos cosas: que el algoritmo de TikTok encoge las neuronas y que si miras fijamente al abismo, el abismo te devuelve la mirada. Pero, de vez en cuando, aparece un nuevo vídeo que repone tanto el alma como la glándula suprarrenal.


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Esta semana vimos un vídeo en el que adolescentes estadounidenses redescubrían la bufanda de los 2000 de Alexander Mc Queen, haciéndonos sentir como si le hubiéramos dado una fumada a un vape de sandía, tras un largo periodo de abstinencia: ‘Esta bufanda de Alexander McQueen es mi nuevo rasgo de personalidad’, decía un texto en bloque colocado sobre un clip grabado velozmente, en el que alguien utilizaba la bufanda como capucha improvisada.

‘Las ventajas de tener una madre (inserte un improperio que no pondremos en Vogue), rezaba el pie de foto que lo acompañaba, lo que sugería que el TikToker quizás no era lo suficientemente mayor como para haber vivido también las litas Jeffrey Campbell y los fedoras del fenómeno la primera vez.

El pañuelo en cuestión debutó durante la colección Primavera-Verano 2003 de Alexander McQueen, en donde las modelos habían sido peinadas para parecer piratas desaliñados con sus doncellas ahogadas. Había vestidos de gasa deshilachada y minifaldas de cuero destrozadas por el viento, blusas con mangas de poeta y chamarras navales empapadas por la lluvia.

Pero fueron los pañuelos con estampados de calaveras los que levantaron mayor entusiasmo, además de los lados de gruesos cinturones o enrollados alrededor de las correas de los bolsos con una actitud picaresca. El fenómeno se dio primero entre celebridades como Kate Moss, las Olsen, Sienna Miller y Ashlee Simpson, y luego entre la gente que trabajaba en el comercio minorista.

A pesar de ser veinteañera, soy lo suficientemente mayor como para recordar cuando esta bufanda se puso de moda y también recuerdo haber hecho un crowdfunding en BBM para comprar uno para el 18 cumpleaños de una amiga. Imagino que se sentía como Blair Waldorf (o quizá como un quinto miembro de The Libertines) cuando se colgaba ese símbolo de estatus alrededor de los hombros, con calaveras cayendo en cascada alrededor de una chaqueta de motociclita demasiado ajustada.

Combinado con un enorme Longchamp y atado en un lazo europeo, se trataba del romanticismo y la rebelión de ser –o parecer– una niña rica nihilista que enmascara el humo del tabaco con perfume caro.

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Dicen que quien no aprende de la historia está condenado a repetirla. Para preparar este artículo, decidí investigar a fondo: me puse en contacto con Depop y un representante me dijo que la plataforma había registrado un aumento del 20% en las búsquedas de ‘Alexander McQueen Skull Scarf tan sólo en los dos últimos meses. Esto, sumado a un aumento constante de las búsquedas en Google, podría apuntar a un mayor interés por esta reliquia de finales de los ochenta. La principal diferencia es que ahora la gente transforma el pañuelo en tops bandeau BBL, capuchas Babushka y ese tipo de cosas.

La amenaza de un resurgimiento de la bufanda de calavera es precisamente el tipo de cosa que los treintañeros millennials rechazarían: ‘¡Dios mío, creo que me voy a quedar fuera de esta tendencia’, tuitearán, con sus geoetiquetas bien puestas. Pero eso también lo convierte en el artículo viral perfecto en TikTok, donde varias épocas de la moda son tendencia de forma simultánea. Allí, las tendencias de la moda operan en un círculo plano, con todo disponible en todas partes a la vez. Eso puede dar la ilusión de un ciclo vertiginoso y acelerado, pero siguen haciendo falta unos diez años para que algo resucite. Lo más probable es que pronto veamos un renacimiento en toda regla, pero las bufandas de calaveras comienzan a levantanrse de la tumba.

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