PENSADA EN DEIÀ
La isla balear es fuente de inspiración para dos británicos que se enamoraron tanto de sus colores, que su primera colección conjunta gira en torno a uno de sus pueblos.
El mundo se divide entre quienes creen que todas las puestas de sol son igual de bonitas y quienes lo niegan categóricamente. Rebecca Farrar-Hockley (Reino Unido, 1971), diseñadora de Kurt Geiger, pertenece al segundo tipo de personas: «Cuando el sol se pone en Deià ( Mallorca), esta montaña se vuelve de un tono naranja intenso con reflejos berenjena. Los colores aquí son más bonitos que en ningún otro lugar y, de alguna manera, la luz lo inunda todo de forma diferente», nos cuenta desde el jardín de Belmond La Residencia, mirando hacia ese inspirador horizonte.
Esa misma puesta de sol ha sido la fuente de inspiración para la colección que acaba de lanzar con el diseñador de interiores Matthew Williamson (Manchester, 1971), un maestro de los estampados y el color, cuya estética casa a la perfección con la de Geiger, que hizo del arcoíris su seña de identidad hace varias décadas.
Además del estampado inspirado por la puesta de sol de Deià, los otros dos motivos de la serie también nacen de los colores que regala esta localización mallorquina. «Cuando brilla el sol, el mar aquí es de un increíble tono turquesa que no ves en ningún otro lugar del mundo», asegura Farrar-Hockley. El tercer estampado, mucho más dulce, baña accesorios completos. Juntando los tres, nace el arcoíris más original jamás visto en un bolso de Kurt Geiger.
Williamson completa la descripción del proceso creativo con su propia visión: «Ambos nos sentimos atraídos por el espíritu bohemio de este pueblo y de su gente, y queríamos expresarlo en los accesorios de esta colección. Mi punto de partida a la hora de diseñar los estampados fueron los famosos diseños Ikat típicos de la isla. Después, introduje diferentes reproducciones de las flores autóctonas».
Casualidad o destino
Farrar-Hockley y Williamson se conocieron en la noche londinense de los 90, cuando el diseñador aún se dedicaba en exclusiva a la moda –así comenzó en el mundo del diseño–, y vestía y salía de fiesta con celebridades y supermodelos como Kate Moss. Rebecca, por su parte, trabajaba para los famosos grandes almacenes Selfridges, asistía a las mismas fiestas y eventos que Matthew, y nunca se perdía su desfile en la Semana de la Moda de Londres. «Para mí, él es una parte importante de lo que fue la escena de la moda londinense durante mucho tiempo. Y después nos volvimos a encontrar aquí, en Mallorca», confiesa.
«Llevo ocho años viviendo en Deià y Rebecca veranea también aquí desde hace más de dos décadas», puntualiza Williamson. Ella tiene una casa en lo alto de la montaña, donde se refugia y se aísla del ruido. Un día, paseando por el pueblo, los dos se encontraron de nuevo y todo volvió a ser como al principio. En ese momento, decidieron que tenían que lanzar una colaboración. Su complicidad es palpable y ambos coinciden en que esta colaboración es «más auténtica y real que ninguna otra».
Futuro perfecto
Después de un extenso tour para promocionar la colección que les ha llevado a ciudades como México, Nueva York, París o Madrid, ni Rebecca ni Matthew descartan volver a trabajar juntos en otra ocasión. «Sería maravilloso seguir explorando nuestras ideas», asegura con emoción Williamson. Por si alguien lo dudaba, la elección de Madrid en la lista de promoción no era casual: los bolsos de Kurt Geiger cuentan cada día con más fans y, desde la pandemia, el futuro de la firma es prometedor en nuestro país.
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