Con un brazalete Oysterflex negro, es la combinación perfecta de forma y función.
Entre los relojes de pulsera emblemáticos, el Rolex Cosmograph Daytona ocupa el primer lugar. Construido para cronometrar los tiempos de los pilotos de carreras -de ahí la aguja central del cronógrafo, el bisel taquimétrico y los registros triples para anotar las vueltas y similares- se ha convertido en un auténtico grial que los coleccionistas rezan por poder adquirir algún día.
Puedes agradecérselo a Paul Newman. Él cimentó el estatus legendario del reloj cuando lució uno en la década de 1970. O puede achacarse al creciente aprecio por los relojes de diseño que equilibran forma y función. En cualquier caso, la gente quiere probar el Daytona. Y por suerte para ellos, acaban de tener una nueva oportunidad de hacerse con el premio.
El Daytona cumple 60 años este año y, para celebrarlo, Rolex ha presentado una serie de relojes de aniversario en metales preciosos. El mejor y más deportivo de todos, en nuestra opinión, es la versión en oro amarillo con brazalete Oysterflex negro (31.850 euros). Por supuesto, tratándose de Rolex, la correa no es de caucho cualquiera, sino una combinación patentada de elastómero negro colocado sobre dos láminas metálicas flexibles, lo que le confiere una mayor duración y un tacto robusto en la muñeca. Un cierre Glidelock permite al usuario ajustarla sin herramientas.
Pero la verdadera razón para prestar atención es la combinación de colores, que recuerda (aunque al revés) a uno de los Daytona más sagrados: el último Paul Newman «JPS» 6264 Daytona.
El apodo se lo ganó en los años 70 cuando los aficionados se dieron cuenta del parecido con la llamativa librea negra y dorada de los coches Lotus de Fórmula 1 patrocinados por la marca de cigarrillos John Player Special. Queda por ver si este nuevo reloj recibirá un apodo similar. ¿Nuestra suposición? Es sólo cuestión de tiempo.
