Este G-Shock G-D001 aún no sale a la venta y ya ha hecho historia.
Hasta ahora, las aportaciones de la inteligencia artificial a la sociedad han sido muy dispares. ¿Una ilustración de gatitos haciendo una parrillada? Me encantan. ¿Un robot de Kendall Jenner que da consejos de vida? Malo. Hoy me complace ofrecer un primer vistazo a una pieza que podría inclinar la balanza a favor de los robots: un suntuoso reloj G-Shock de oro diseñado por humanos en colaboración y la IA. El reloj se subastará en Phillips en diciembre y, con un precio de venta estimado de entre 70.000 y 140.000 dólares, parece destinado a convertirse en el Casio más caro de la historia.
Cuando la relojería y la IA se unen
El G-Shock G-D001, único en su especie y creado para celebrar el 40 aniversario de G-Shock, no parece algo que una mente humana pudiera concebir por sí sola. El diseñador de IA que empleó el equipo de Casio parece valorar el espacio negativo por encima de todo: los eslabones del brazalete están perforados y aireados, y partes del bisel parecen colgar simplemente del lateral de la caja. El detalle más cool se encuentra en las asas, donde una red de panales, parecidos a los de Venom, sujeta el reloj al brazalete: “¡Un ser humano no podría hacer esto por sí solo!”, dice riendo Paul Boutros, responsable de watches in America for Phillips.
Pero, ¿qué papel ha desempeñado exactamente la IA en la creación del reloj? Los diseñadores la utilizaron para desarrollar la estética exterior y ayudar a que la estructura general fuera lo más ligera y resistente posible a los golpes. “Creamos un marco de diseño”, explicó un representante de Casio, “y luego alimentamos el modelo de IA con datos sobre las formas en que se producen los impactos cuando los relojes se caen, que Casio había recopilado a lo largo de 40 años de desarrollo de G-SHOCK”.
El diseño potenciado por la IA no es la única característica especial. Dentro del reloj hay una radio de seis canales que puede ajustar la hora automáticamente mediante ondas de radio. Este mecanismo se alimenta de paneles solares de galio situados en un anillo alrededor de la esfera. Y cuando se necesita una fuente de luz adicional, ese mismo anillo se ilumina en rojo con solo pulsar un botón.
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En muchos sentidos, hace tiempo que la IA que se infiltró en la industria relojera. Cartier la utiliza para recabar información de sus clientes, el diseñador George Bamford compila moodboards con ella y Jacob & Co. le permite escribir mensajes en las redes sociales. Muchos relojeros, sin embargo, se mantienen firmes en su creencia de que, aunque la IA es una herramienta útil, no puede diseñar un reloj. “La IA no está preparada, no tiene sentido del humor ni gusto”, declaró William Massena, de Massena Lab, al Financial Times. “Son relojes diseñados por comité”.
En el caso del G-D001, Phillips y Casio esperan que ese comité consiga una suma récord en la subasta. Lo cierto es que sea cual sea la respuesta, este reloj japonés ya es una pieza muy especial.
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