Según publica el portal el confidencial
Aunque no es oficial y en su presentación no han querido confirmarlo, todo indica que la participación de Audi y Fórmula 1 se hará a través de la compra de Sauber
Audi en su presentación oficial de su participación en Fórmula 1.
Todo el mundo asumía que cuando Audi anunció su participación en la Fórmula 1 a partir de 2026, simultáneamente se iba a hacer oficial la compra de Sauber. A pesar de que el equipo suizo ha ido dando pasos en la dirección de ser absorbido por el gigante automovilístico alemán, como anticipar que se desvincula de Alfa-Romeo y Ferrari a partir de 2023, de momento no hay comunicado oficial al respecto.
Peter Sauber ya no es el dueño de la escudería homónima que fundara en 1970. Hace cinco años no tuvo más remedio que vender su equipo ante la fallida experiencia de un plan de sucesión con su hijo Alex y Monisha Kalternborn. Desde entonces, la propiedad corresponde a Finn Rausing, dueño de la compañía poseedora de la patente del Tetra-Brik. El magnate sueco opera esta inversión a través de una sociedad creada específicamente, denominada Islero Investments. Cuando los Andretti intentaron entrar en Fórmula 1 a través de Sauber, su idea era adquirir un 80 por ciento de esa sociedad, pero dado que Rausing y sus asociados se negaban a perder el control de la gestión, el acuerdo acabó rompiéndose.
Si Audi ha conseguido meses después lo que no consiguió Andretti (a pesar de una oferta de 340 millones de euros), se supone que la oferta tendrá que ser mayor aún. Aunque Audi acabe adquiriendo la mayoría accionarial, Rausing quiere seguir siendo accionista del equipo.
Quizá intuye, que como ha ocurrido a lo largo de la historia, los fabricantes en la Fórmula 1 vienen y van. Podría pensar que con él se repetirá la misma historia de Peter Sauber, cuyo equipo fue comprado por Mercedes primero y por BMW después, ambas compañías invirtieron millonadas en mejorar sus instalaciones y cuando se marcharon, le devolvieron el equipo a coste cero, a condición de que mantuviera al personal.
Y la gran cuestión, ¿por qué piensa Audi que comprando Sauber va a conseguir el éxito en Fórmula 1, donde sus grandes rivales de la automoción alemana fracasaron? Ante el esquema actual de la F1 de franquicias, comprar un equipo es la alternativa financieramente más razonable.
De no hacerlo por esa vía, quien quiera entrar en el club, tiene que pagar una cuota de 200 millones de euros. A partir de ahí, reclutar personal, construir una fábrica, crear una red de proveedores, etc. Visto de un modo pragmático, claramente no sale a cuenta.
BMW fracasó estrepitosamente cuando adquirió Sauber y provocó su retirada
¿Por qué no Williams?
Aunque sea razonable entrar por esta vía, la duda surge en por qué comprar Sauber y no Williams, por ejemplo, también con magníficas instalaciones y como propietarios al fondo de inversión Dorilton, esperando una oferta potente para ponerle el lazo de venta. A priori, para un constructor alemán tiene mucho más sentido Sauber. Por proximidad geográfica, por el idioma e incluso por alguna ventaja a nivel fiscal, todo encaja, pero la realidad es que ni Mercedes ni BMW fueron capaces de hacer de Sauber una escuadra ganadora.
Siempre está el tentador razonamiento de creer conocer los errores de tus rivales y pensar, que tú ahora tienes la receta del éxito. Sin embargo, Audi podría tomar nota del periplo recorrido en Fórmula 1 por su rival Mercedes, que primero no logró nada relevante con Sauber, luego tuvo mucho éxito con McLaren, pero con la gloria siempre compartida a medias.
Y cuando se lanza en solitario, construye chasis y motores en el Reino Unido tras comprar dos compañías británicas. Adiós a orgullos y patriotismos. El objetivo es ganar y sólo ganar. Si ellos, tan alemanes como tú, lo han logrado así, por qué no replicar el indiscutible modelo de éxito, debería preguntarse la cúpula directiva de Audi.
¿Es imposible ganar en Fórmula 1 si estás radicado fuera del Reino Unido? Pues no, pero casi. Todos los equipos, excepto Ferrari, Alpha Tauri y la propia Sauber están fuera de Inglaterra y salta a la vista lo difícil que es batir a los equipos con sede en territorio inglés.
Sorprende que colosos del automóvil como Renault, Mercedes, Honda, que han barrido del mercado a la otrora poderosa industria británica del automóvil, no sean capaces de triunfar en Fórmula 1 con una sede en sus propios países.
Mercedes decidió ir como equipo en solitario en Fórmula 1, con todo su arsenal radicado en el Reino Unido
Un negocio muy específico
La respuesta es muy simple: Especialización. Por mucha tecnología que atesores en tus sedes para fabricar millones de coches, la máxima especialidad del automovilismo es un negociado muy específico y nada fácil de replicar fuera del ‘British Motorsport Silicon Valley’. Marlon Ibañez, uno de los grandes mitos del karting español de todos los tiempos, lo explicaba de forma sencilla con un ejemplo: Parece fácil construir un kart, es una tecnología relativamente básica pero la realidad es que sólo saben hacerla los italianos. En ningún país, por mucho que se empeñen, superarán nunca a la industria italiana, porque allí está todo: proveedores, el know-how, los técnicos, etc.
Siempre ha existido un fuerte choque cultural entre la forma de trabajar de británicos y alemanes. Esas diferencias de las que no se bajan del burro ni unos ni otros cuando se creen en posesión de la verdad son las que llevaron al traste las asociaciones McLaren-Mercedes o Williams-BMW. Notorio fue el caso de estos últimos que, frustrados ante la incapacidad de Williams de lograr el campeonato del mundo, compraron Sauber y el resultado saltaba a la vista: 10 victorias con BMW y una sola victoria con Sauber. ¿Dará Audi con la clave o tropezará por tercera vez en la misma piedra?
