Ford Bronco 2023: prueba del todoterreno más deseado del momento

Según publica el portal es.motor1.com

Disponible con un único motor de 335 CV, se trata de una exclusiva bestia 4×4, destinada a poner en apuros al Jeep Wrangler.


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Hoy en día, el caso de Ford en el mercado europeo comienza a ser digno de estudio. Por un lado, está electrificando su gama, acorde a la nueva realidad del sector, con modelos 100% eléctricos como el Mach-E, el nuevo Explorer o E-Tourneo Courier (más todo lo que llegará, en los próximos años).

Por el otro, están sufriendo los rigores de Euro 7, con la desaparición de modelos emblemáticos como el Fiesta. Y por último, hay una tercera vía, probablemente la más interesante para los aficionados a la conducción, que es la que representa el Ford Bronco 2023 de esta prueba.

A fin de cuentas, la firma del óvalo está dispuesta a seguir mostrando su cara más americana en Europa, con vehículos deportivos y de alto rendimiento, con grandes motores, como el Mustang, el Ranger Raptor o el propio Bronco de esta primera prueba de conducción.

Un Bronco 2023 que llega a España con una oferta simplificada, de un único motor, una sola carrocería y dos acabados, pero suficiente para satisfacer a los amantes de los modelos todoterreno, donde llega para competir directamente con el Jeep Wrangler y hacerse un hueco entre los Land Rover Defender o Mercedes-Benz Clase G.

El Ford Bronco 2023, a prueba en cinco puntos clave:

  • Diseño
  • Interior
  • Mecánica
  • En marcha
  • Equipamiento y precio

Obviamente, el diseño es el mayor punto fuerte de este todoterreno con chasis de largueros y siete travesaños, por poderoso, original y genuino. También, por recoger la esencia de las cinco generaciones anteriores del modelo (vendidas entre 1966 y 1996), que no llegaron a comercializarse en Europa.

Dicho esto, a España sólo llega la versión de cuatro puertas, con unas dimensiones que alcanzan los 4,81 metros de largo, 1,93 de ancho y 1,96 de alto (en su variante Badlands) y en configuración ‘desmontable’.

De hecho, para su transformación en buggy, bastan 10 pasos, que se realizan en unos 8 minutos y con una sola herramienta. Una vez desmontadas, las piezas del techo y las puertas pueden guardarse en unas fundas de neopreno destinadas a tal uso y que caben en el maletero (ocupando por completo los 504 litros de capacidad que ofrece, todo sea dicho).

Otro detalle curioso es que el coche no luce el logo de la marca en el frontal (sí en la trasera), donde la enorme parrilla incluye la inscripción ‘Bronco’ y dos grupos ópticos principales redondeados, que recuerdan a los del modelo original. Todo, combinado con nueve colores para la carrocería, gratis para el Blanco Oxford y oscilando entres los 1.350 y los 1.450, para los otros ocho opcionales.

Interior

Por dentro, el Bronco es un coche de contrastes. Por un lado, tenemos elementos pensados para su vida aventurera, incluso para cuando se circule sin puertas, como puede ser una realización interior con plásticos duros y bien ensamblados o unas alfombrillas de goma, fáciles de limpiar. Incluso, Ford llega a hablar de un interior «lavable»…

Por el otro, el Bronco 2023 incluye la carga tecnológica propia de un SUV de última generación, como pueden ser el sistema multimedia SYNC4 con pantalla de 12,0 pulgadas, una instrumentación mixta, con un display digital de 8,0 pulgadas, o las últimas ayudas electrónicas a la conducción: sistema de frenada de emergencia automática con detección de peatones y ciclistas, de mantenimiento de carril y de control del ángulo muerto, control de velocidad de crucero adaptativo…

Eso sí, no faltan guiños a los conductores más aventureros, como la preinstalación de seis ‘switches’ auxiliares, que pueden dar servicio a funciones como unos faros auxiliares, un cabrestante, un sistema de inflado y desinflado de neumáticos…

Mecánica

La única mecánica disponible es una variante del conocido motor V6 EcoBoost biturbo que, por ejemplo, emplea el Ford Ranger Raptor. Eso sí, en este caso, la cilindrada se reduce hasta los 2,7 litros. Cifra más que suficiente para entregar 335 CV de potencia y un par máximo de 563 Nm a 3.100 rpm.

En todos los casos, se opta por una transmisión automática con convertidor de par, de 10 velocidades y sin levas tras el volante, que únicamente se puede manejar de manera manual-secuencial desde unos pulsadores que hay en el propio selector. Respecto al sistema de tracción total, sí que hay diferencias, dependiendo de si se opta por el acabado Outer Banks o Badlands.

En el caso del Outer Banks, pensado para una conducción todoterreno normal o de exigencia media, se opta por un sistema 4×4 con conexión manual, con los modos de funcionamiento 2H, 4H y 4L (reductora). En este caso, es una caja de transferencia la que se encarga de repartir el par al 50% entre ambos ejes, en superficies deslizantes o fuera del asfalto. En carreteras secas, el coche siempre debe ir en propulsión trasera.

Si nos centramos en el Badlands, pensado para una conducción todoterreno extrema, sí que cuenta con un sistema 4×4 avanzado con conexión automática, que envía par al eje frontal a demanda y que permite usar la tracción total sobre asfalto seco. Además, cuenta con bloqueo de los diferenciales delantero y trasero.

Esta es solo una de las diferencias mecánicas y de rendimiento entre el Outer Banks y el Badlands. Entre ellos, también varía la suspensión, por ejemplo, cuyo esquema es de paralelogramo deformable, en el eje delantero, y de eje rígido multibrazo, en el trasero.

Así, en el Outer Banks, se opta por los amortiguadores estándar, que aseguran 200 mm de recorrido delante y 215 detrás. En cambio, el Badlands recurre a amortiguadores Bilstein, con 240 y 261 mm de recorrido en los ejes delantero y trasero, respectivamente, a lo que se suma la desconexión de la barra estabilizadora delantera (hasta algo más de 30 km/h).

Diferencias que también llegan a los modos del denominado sistema de gestión del terreno o G.O.A.T. El Outer Banks permite escoger entre los programas Normal, Eco, Sport, Slippery, Sand y Mud/Ruts, mientras que el Badlands prescinde del Sport y añade los denominados Rock Crawl y Baja.

¿Más elementos destacables en conducción 4×4? El sistema Trail Control, que actúa como un control de velocidad de crucero off-road; el Trail 1-Pedal Drive, que permite controlar la conducción del vehículo en campo solo usando el acelerador; y el Trail Turn Assist, que permite reducir el radio de giro del coche en un 40%, frenando la rueda interior trasera durante la maniobra, siempre a menos de 20 km/h y con los modos 4H o 4L con diferencial trasero desbloqueado.

En marcha

Durante la presentación del nuevo Ford Bronco 2023, he tenido la oportunidad de poder conducir ampliamente la versión Outer Banks, tanto en asfalto como en pista, y algo menos el Badlands, principalmente en carretera (o lo que es lo mismo, alejado de su hábitat natural). Así que, a la hora de hablar de conducción, me centraré en las sensaciones con el Outer Banks.

De primeras, en carretera, ha habido dos cosas que me han sorprendido del coche y una que me ha dejado un poco más frío. Entre lo positivo, hay que destacar el brutal rendimiento del motor V6 de gasolina, con una capacidad de aceleración fuera de toda duda y un rendimiento excepcional.

De hecho, hay pocas sensaciones mejores que ir circulando con él en autovía, pisar a fondo el acelerador y comprobar como baja tres o cuatro marchas y empieza a empujar como una bestia, prácticamente hasta que entra en acción el limitador de velocidad. En ese sentido, la velocidad máxima está cifrada en ‘solo’ 161 km/h y la aceleración de 0 a 100 se completa en apenas 6,7 segundos.

El otro aspecto positivo ha sido el del consumo, que en carretera ha estado en el entorno de los 10,5 l/100 km y, combinándolo con las rutas off-road, ha estado rondando los 13,-14,0 l/100km (el homologado es de 13,7 l/100 km).

Entre los aspectos a mejorar, sin duda, aparece la sonoridad que llega al habitáculo. Es cierto, escuchar el bramido del V6 a pleno rendimiento es una experiencia increíble, pero el ruido aerodinámico y de rodadura que llega hasta el interior es claro… a pesar de que se ha trabajado en la insonorización del conjunto.

Ahora bien, este detalle queda olvidado en cuanto pones una rueda del Bronco fuera del asfalto, donde aún tratándose del Outer Banks, su conducción es tan efectiva como divertida. En nuestro caso, en un terreno en el que han predominado las pistas de tierra, donde el todoterreno americano se convierte en un auténtico deportivo off road.

De hecho, al no necesitar conectar la tracción total para salir del paso, si se desconectan la ayudas electrónicas a la conducción, el Bronco se convierte en poco más que un modelo Baja, con el que no parar de derrapar… con una sensación de total control, sustentada en una dirección bastante precisa y en una suspensión que puede con todo, así como en un equipo de frenos que lo da todo para mantener el coche bajo control.

Por su parte, en los kilómetros que he podido recorrer con el Bronco Badlands, la sensación que he tenido es la de estar ante un coche con una suspensión que filtra mucho mejor las irregularidades, aunque esa sensación es cierto que también puede verse potenciada por los neumáticos que equipa: de 33 pulgadas, sobre llanta de 17, frente a los 32 pulgadas sobre llanta 18, del Outer Banks.

Equipamiento y precio

Disponible con equipamiento cerrado (más allá de los colores exteriores y los accesorios que lleguen en postventa), el Ford Bronco 2023 tiene un precio de 86.900 euros, para el Outer Banks, y de 91.500 euros, para el Badlands.

Y como ya hemos hablado bastante de equipamiento, cerraremos esta primera prueba hablando de sus cotas todoterreno, que alcanzan un ángulo de ataque de 38-41 grados (dependiendo de la versión), un ventral de 22-24 y un ángulo de salida de 31-33 grados, combinados con una capacidad de vadeo de 800 mm.

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