No es raro que las marcas de coches den el salto del asfalto a los mares, pero por norma general son las compañías las que se alían con firmas especializadas. En esta ocasión, al contrario, Lazzarini Design se ha inspirado en Ferrari para crear el Gran Turismo Mediterránea.
La idea del proyecto, todavía en la fase inicial, es crear un superdeportivo de los mares. Y esto queda patente tanto en el diseño como en las prestaciones.
El color Rosso Corsa que decora la parte superior del barco es la referencia más directa a la fábrica de Maranello, pero el diseño aerodinámico también recuerda a los deportivos de Ferrari. Suma, además, detalles bastante llamativos como las puertas de apertura estilo alas de gaviota que dan acceso a la cabina o el voluminoso alerón trasero.
Un garaje para el Ferrari
Uno de sus rasgos más destacados es que en la parte trasera dispone de una plataforma que puede desplegarse o quedar parcialmente integrada en el barco. Entre sus funciones, según ejemplifica Lazzarini, está la de actuar como garaje en el que meter el vehículo. Así resulta fácil embarcar el coche y usarlo en el punto de destino.
Con una longitud de 27 metros, el barco puede transportar a cuatro personas además de a tres integrantes de la tripulación.
Su sistema de propulsión está formado por tres motores MAN V12, una transmisión Arneson y un propulsor central Hamilton Jet. Y, aunque no se ha desvelado cuál sería su potencia final, sí se ha anunciado que su velocidad punta sería de 70 nudos, es decir, 130 km/h.
Además, a altas velocidades, el Gran Turismo Mediterránea se eleva sobre el nivel del agua gracias a una aleta inferior. Esto reduce el roce con el líquido elemento y permite mantener una velocidad de crucero de manera más estable. Además, los viajes son más cómodos, porque de esta manera se digiere mejor el vaivén de las olas.
Fuente: motor.elpais.com
