La lucha de un fast food dominicano para paliar la crisis

Hamburguesas y lomos de jurel

Los restaurantes de República Dominicana han sido uno de los sectores de la economía más afectados por la pandemia del covid-19, contrario a otros renglones del área comestible como los supermercados, que nunca cerraron sus puertas.

Por eso, los establecimientos de comida rápida, conocidos como “fast food”, desde que se vieron obligados a cerrar sus puertas al público por las medidas de distanciamiento y toque de queda impuestos por el Gobierno, comenzaron a implementar las ofertas gastronómicas de manera “online”, a través de aplicaciones móviles y el servicio de “delivery” con pagos electrónicos, ya que la práctica de comer fuera de casa se vio suspendida.


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Un ejemplo de los efectos de la pandemia sobre los “fast food” es el caso de Antino Vasallo, profesional de consultoría de software, quien decidió emprender en la gastronomía con hamburguesas caseras. Sus estándares hicieron que la experiencia de sus clientes sea agradable. Tinoo’s Food se define como “una cultura de servicio, un lugar acogedor, familiar y variado”.

Aunque no todos los sectores se han visto tan afectados por la pandemia, los propietarios de comercios como los de comida rápida han tenido que hacer malabares para contener las pérdidas generadas por la reducción de actividades económicas desde la llegada del virus.

En Santo Domingo, Tinoo’s Food se exhibe como un destino gastronómico agradable; sin embargo, los números se han reducido frente a las restricciones impuestas para evitar el aumento de los contagios. “En Tinoo’s somos seres apasionados de la cocina y del buen comer. Fuimos impulsados por el interés familiar de llevar un poquito de Tino a amigos de mis familiares”, confiesa el emprendedor.

Vasallo inicia el negocio a son de ‘chercha’ el 1 de agosto del 2015 en el patio de su casa materna que fungía como restaurante improvisado. “Yo preparaba las carnes y se las vendía a mis amigos”, agrega.

En sus inicios, el local contaba con tres mesas y un bar improvisado. Un año después, decide buscar proveedores, mejorar estructuras y remodelar el patio de tal manera que el diseño se sintiese como en ‘casa’. “No quería que fuera un restaurante, sino que llegaste a la casa de un amigo a comerte una hamburguesa”, aseguró.

Inversión

Con un capital de RD$100,000, Vasallo comienza a adquirir electrodomésticos para ampliar la capacidad de la cocina. “Empecé con una parrilla, luego una plancha de un amigo que iba a cambiar el tipo de negocio”, reveló. Fue comprando los utensilios de cocina con tarjeta de crédito. Unos meses después adquiere un préstamo bancario de RD$300,000 para realizar remodelación en el patio, que se convertiría en el restaurante Tinoo’s Food.

Se formalizó como empresa. La decisión de migrar a la formalidad fue ventajosa. “La formalidad me permite aceptar pagos electrónicos, acceder a beneficios con proveedores, financiamientos bancarios y tener seguridad social”, enumera. Estar formalizado cubre los riesgos laborales, ya que los asalariados trabajan con aparatos punzocortantes, fuego y aceite caliente que representa un riesgo para el trabajador y deben tener su seguro médico.

Pandemia y retroceso

Con un financiamiento bancario de RD$1,000,000, y una tasa de interés de 16% anual para comprar equipos y el impulso de un nuevo proyecto, Tinoo’s Food debió paralizar las operaciones gastronómicas, a causa de la pandemia.

Con más de dos meses cerrado, Vasallo se vio en la necesidad de prescindir del personal. “Aun estando cerrados pagué dos meses a los trabajadores”, dijo. El momento de quiebre fue un proceso traumático. “Era un momento insostenible económicamente, seis personas tuvieron que dejar sus labores en el food”, agregó.

Las autoridades comenzaban a hablar de fases de apertura, pero Vasallo decidió reinventarse y no seguir registrando pérdidas económicas. Se reanudan las operaciones gastronómicas y el personal que sobrevive a la crisis llega al establecimiento a las 10:00 de la mañana y se retira a las 2:00 de la tarde. “Preparábamos las hamburguesas para que las personas vinieran al local y se las llevaran”, dijo el propietario.

Fortaleció los pagos electrónicos y el servicio a domicilio en plataformas digitales, lo que le permitió reanudar sus operaciones de manera parcial. El restaurante comenzó a ver el flujo de ventas nuevamente. “Sobrevivimos por las aplicaciones de delivery, estas traían el 70% de las ventas al local”.

La aceptación de que Tinoo’s Food existía gracias al servicio de delivery chocó con la realidad de Vasallo. “Nos dio una vuelta en el cerebro y nos cambió el panorama”. Expresó que las aplicaciones de servicio a domicilio se convirtieron en su único negocio de sustento para no ver desaparecer el local.

Las plataformas digitales han sido la ‘realidad’ de los negocios de comida rápida. Los dueños de restaurantes tienen la cocina y los clientes tienen los restaurantes.

Toque de queda

Cada vez que las autoridades anunciaban que los restaurantes podrían reanudar sus operaciones la tasa de contagio iba en aumento. Vasallo cuenta que tres veces intentó abrir el local y recibir comensales, y en cada ocasión hizo inversiones por RD$100,000 para acondicionar el local y adaptarlo a las normas de distanciamiento.

“Cada vez que hacía la inversión debía volver a cerrar el local, guardar los equipos y echar una lona encima”, revela Tino.

Hay semanas mejores que otras, es el pensamiento del dueño de Tinoo’s Food. “La última vez que el Gobierno nos dijo que podíamos abrir contraté una camarera. Tres días después, el toque de queda inicia a las 6:00 de la tarde”, reveló. No pudo despedir a la nueva trabajadora, sino que tuvo que pagar del fondo de emergencias el servicio que no estaba realizando.

Previo a la pandemia, en un mes Tinoo’s Food recibía a más de 4,000 clientes, situación que varió con la llegada del covid-19. Actualmente reciben entre 1,000 a 1,500 comensales.

Vasallo aún no ha podido pagar el préstamo bancario de RD$1,000,000 debido al limitado ingreso que recibe el negocio. Debía saldar el préstamo a finales de diciembre de 2020, subiendo la tasa de interés de 16% a 19% anual.

Reapertura

“La situación es una balanza, no estamos en el punto soñado donde quisiéramos estar. Estamos tratando de encontrar el equilibrio”, expresó.

El emprendedor espera que con esta tercera fase de apertura, en que el toque de queda comienza a las 11:00 de la noche, la situación mejore y pueda recobrar poco a poco el espacio perdido por los efectos de la pandemia.

Después de siete años en el mundo gastronómico y 35 variedades de hamburguesas, Antino Vasallo define las altas y bajas de Tinoo’s Food: “Ha sido un viaje interesante”.