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La historia del helado dominicano que conquista paladares en el Caribe

Persona comiendo helado

Con información de Forbes Centroamérica

Después de medio siglo deleitando el paladar de los dominicanos, Helados Bon acelera su plan de expansión hacia las islas del Caribe, con la operación de una nueva planta en la que ha invertido seis millones de dólares.


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Helados Bon hace mucho tiempo que dejó de ser la pequeña tienda familiar que don Alfonso Moreno Martínez abrió junto a su esposa Ligia Portalatín hace 50 años.

Representa un referente de modelo de franquicia exitoso, con sus más de 180 locales operando en el territorio dominicano.

El reciente octubre ese modelo de negocio cruzó las fronteras, al abrir la primera franquicia internacional de Helados Bon en el puerto de cruceros Gran Turca, en la isla Turca y Caicos, una terminal marítima que mensualmente recibe 1.3 millones de viajeros.

A pesar de que la fábrica ha pasado por diversas etapas de crecimiento que incluyeron la incorporación de nuevos socios, aún permanece la visión de los esposos Moreno, ya fallecidos, de desarrollar un negocio que impactara positivamente al país en materia medioambiental y social.

Don Alfonso concibió a Helados Bon como una fuente de empleos para República Dominicana y la fundó, además, con el propósito de apoyar el desarrollo del sector agrícola del país, a través de la compra de productos locales para la fabricación de sus helados.

Tras la muerte de su fundador, en 1997, la heladería queda bajo la dirección de su hijo Jesús Moreno Portalatín, quien formaba parte del negocio familiar desde el inicio de sus operaciones en Santo Domingo.

En el 2011, Helados Bon fue adquirida por el Grupo Nutresa, que obtiene el 81% de sus acciones y fortalece los procesos para seguir promoviendo un modelo de negocio basado en su gente: en el talento, la innovación, el compromiso y el desarrollo sostenible.

Grupo Nutresa es una sociedad colombiana especializada en inversiones en el sector de alimentos, con presencia en Centroamérica, Suramérica, Estados Unidos y el Caribe, con una historia de más de cien años en los negocios. Sus unidades de negocio abarcan cárnicos, galletas, chocolates, café, alimentos al consumidor, helados y pastas.

En ese nuevo capítulo de Bon junto a Nutresa, Luis Fernando Enciso Prieto funge como gerente general de la compañía; incluso participó del proceso de adquisición representando a la empresa colombiana.

De su mano, ha avanzado a la tecnificación de sus procesos y la expansión de la comercialización de sus productos hacia Estados Unidos y las islas caribeñas Jamaica, Trinidad y Tobago, Barbados, Saint Kitts, Antigua, Guyana, Turcos y Caicos, Aruba.

Enciso tiene una amplia trayectoria en la industria de helados. Alrededor de 40 años participando activamente en el mundo de los negocios, pero toda la vida, desde su natal Colombia ligado a los helados, por parte de su familia, que tenía una heladería.

Enciso indica que el 10% de los ingresos de Bon provienen de las ventas en las islas del Caribe y tienen una meta de aumentarla entre 20% y 25% en el 2025. El resto de los ingresos corresponde a la comercialización en República Dominicana.

El prestigio de Bon en el país nos representó un compromiso muy grande, mantener el orgullo tanto afuera como a lo interno de la compañía, mantener esa referencia que se ha ganado con los años”, indica el ejecutivo.

Enciso proyecta que este año van a estar creciendo un 20%, con relación al año anterior, en el que también registraron un crecimiento alrededor del 20%, a pesar de que fue muy complicado, ya que todavía se reflejó el impacto de la pandemia.

“Aquí seguimos creciendo en doble dígitos, que no es usual en una marca que tenga tanto tiempo y tanta participación de mercado, donde la posibilidades de cogerle a los otros es mas lenta”, opina.

El crecimiento de Bon, Enciso lo ilustra mencionando que hace cinco años producían 50 millones de unidades de helado al año (cajitas, barquillas, paletas) y ahora esa cifra representa 100 millones de “momentos de felicidad”, como él llama a las porciones de helado.

“A través del tiempo se entendió que bon no era una empresa que vendía helado, si no que genera felicidad”, expresa.

DATOS A RESALTAR

  • 15 millones de transacciones al año
  • +35 millones de personas visitan las heladerías Bon
  • 100 millones de unidades venden al año
  • 11.5 millones de kilos de producto terminado fabrican al año
  • 180 franquicias
  • 1,600 colaboradores
  • 6 mdd invertidos en la expansión de la planta de producción

Nuevos mercados

La expansión que este año han realizado a la fábrica, abre las posibilidades de aumentar la producción en un 50% de lo que actualmente registran, lo cual le permitirá atreverse a conquistar nuevos mercados, como Puerto Rico, y mejorar la cobertura en Estados Unidos.

“Entramos a Estados Unidos hace dos años y vamos avanzando de forma importante inicialmente pensando en el mercado dominicano, pero hay una comunidad latina que disfruta de esos sabores”, apunta el ejecutivo.

Dice que es la nación norteamericana es un mercado con muchas regulaciones, en el que hay que ser muy competitivo.

“No es solo tener una marca añoranza como la nuestra sino que hay que ser muy competitivos porque allá hay marcas que tienen volúmenes muy grandes. El dominicano ha recibido muy bien los productos. Estamos trabajando en fortalecer el proceso logístico”, agrega.

Helados Bon participa de un mercado con jugadores internacionales como Basking Robin, Haguen Dazz. Ante esa competencia, Bon lleva la delantera en cobertura, ya que el modelo de franquicia lo ha llevado a tener presencia en casi todas las provincias del país.

“El modelo va a ser expandible y de acuerdo a las necesidades seguiremos creciendo”

Enciso Prieto, gerente general de Helados Bon

Actualmente cuenta con 180 franquiciados, que generan alrededor de 1600 espacios de trabajo.

“El negocio sigue creciendo en volúmenes importantes y necesitamos tener esa fuente adicional de producción y también queremos reducir riesgos, mitigar situaciones catastróficas que se puedan generar, por ejemplo estamos en línea de huracanes, y seguir creciendo”, dice.

Un reto que tiene la industria es que las materias primas han crecido de manera significativa, por lo cual sus costos de producción aumentan. Enciso dice que en Bon intentan no transferir esos aumentos a los precios de los consumidores.

Materias primas como los lácteos han aumentado cerca de un 100%, al igual que el costo de los empaques.

“Este año se puede estar moviendo la inflación de los productos nuestros, principalmente los lácteos entre un 16 y 18%, que eso es bastante y que nosotros creemos que no podemos transmitir todo al consumidor”, sostiene.

Lo que están haciendo es proyectos de competitividad y productividad para que no tener que transmitir esos costos al consumidor y que el negocio no se afecte.

Uno de los elementos claves que están trabajando es la digitalización de procesos. Crearon una herramienta denominada ‘demand driven’, que les ayuda a predecir mejor lo que deben producir para que sus niveles de inventario sean más eficientes.