Emprendedores usan cacao producido entre Haití y República Dominicana para crear chocolate

Para el propietario de Makaya Chocolat, Ralph Leroy, el mundo del chocolate estaba fuera de sus planes futuros. El profesional de la alta costura dejó su residencia en Canadá para regresar a Haití luego del terremoto en 2010 con el objetivo de ayudar a su comunidad natal.

Sin embargo, “la alta costura es muy costosa (en su país), acción que me llevó a combinar la moda con el chocolate, hasta volverme fanático del cacao y la gran variedad que puede surgir con el proceso de industrialización”, expresó a elDinero.


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República Dominicana registra una producción de 70,000 toneladas anuales de cacao, según el Ministerio de Agricultura. Sin embargo, la República de Haití totaliza 5,000 toneladas anuales, apenas el 7.1% comparado con la producción local, de acuerdo con datos publicados por la agencia EFE.

La producción cacaotera significa que ambas naciones persiguen un mismo objetivo: dar a conocer el cacao a través de la comercialización del chocolate. Esto hizo que Leroy, junto a Jens Kamin, vieran una oportunidad de usar el chocolate para mostrar la diversificación del rubro agrícola.

La combinación de la producción de cacao y la historia de ambos países es la esencia que muestran en la colección de chocolate Quisqueya.

Diversificación

La diversificación del producto es clave para llevar al consumidor final un artículo novedoso. Los emprendedores indican que la colección tiene tres variedades que se auxilian del maní, cajuil y café, alimentos cosechados en ambos países, para ser orgánicos y tradicionales.

Para Kamin, un alemán asentado en Santo Domingo, los nombres de la colección fueron inspirados en los taínos que gobernaban los cacicazgos, pero que en la actualidad son provincias productoras de cacao. Es el caso de Guacana (Norte de Haití), Guario (región Central) y Caya (Higuey).

El proyecto gastronómico fue financiado por la Unión Europea, bajo el esquema del Diálogo Cultural Binacional, que refuerza la colaboración entre ambos países a través de la cultura, el arte y la gastronomía.

La marca fue lanzada durante la segunda edición del Festival del Chocolate Dominicano, actividad gastronómica que, durante tres días, resaltó la resiliencia de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en la producción y comercialización del rubro agrícola.