Transformación digital: La seguridad en Internet en la era de la transformación digital

Definitivamente, la aparición y el auge de la red de Internet, es sin dudas uno de los avances más importantes en la historia de la humanidad; y hoy en día constituye la base fundamental para el funcionamiento y el desarrollo de las tecnologías digitales.

Estas nuevas tecnologías digitales a su vez, han ido redefiniendo nuestra manera de vivir, de producir y trabajar; y, en consecuencia, el modo en que las personas y empresas se relacionan entre sí, en que las empresas se relacionan con sus clientes, y también el modo en que los gobiernos se relacionan con sus ciudadanos.


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La red de Internet ha potenciado la globalización desde diversas dimensiones y perspectivas, permitiendo la ubicuidad, la comunicación inmediata, la interacción a distancia, la difusión de conocimientos; en fin, un sin número de mejoras en la calidad de vida de miles de millones de seres vivos sobre nuestro planeta.

Por otro lado, tecnologías como las nubes o «clouds”, la Internet de las cosas «IoT”, Data Analytics, Inteligencia Artificial, Blockchain, Realidad Aumentada y Realidad Virtual, entre otras, que constituyen piezas fundamentales en las transformaciones digitales que revolucionan de manera acelerada los negocios e industrias, dependen en gran medida de Internet.

Sin embargo, tras bambalinas, no todo resulta tan sencillo cuando hacemos uso de Internet, donde las amenazas, los intentos de intrusión y los ataques aumentan exponencialmente; y es que, en la medida que la economía digital crece, los gobiernos se vuelven digitales y las empresas se transforman digitalmente, los riesgos también aumentan pues el atractivo para los criminales, estafadores y saboteadores es cada vez mayor.

Black Lotus Labs ha reportado que, durante la primera mitad del año 2019, rastreó en promedio 3,8 millones de amenazas de seguridad únicas mensuales sobre la red de Internet a nivel global.

Las capacidades de cómputo, de almacenar información y de transmisión de datos aumentan exponencialmente, acelerando las capacidades de las tecnologías digitales para desarrollar al mundo; pero en esa misma medida, las tecnologías digitales también son cada vez más útiles para que los cibercriminales puedan innovar y desarrollar herramientas de ataque cada vez más sofisticadas, automatizadas, difíciles de detectar y simples de usar para cualquiera sobre la red de Internet.

Los objetivos e intereses de los cibercriminales han variado en el tiempo, cuando en un inicio los «hackers” buscaban demostrar simplemente sus capacidades ante otros, o satisfacer su ego con retos tecnológicos. Hoy en día, por un lado, los ataques provienen de organizaciones o redes muy complejas, con muchos recursos económicos y tecnológicos; y por otro lado, las motivaciones han cambiado, siendo principalmente, económicas, en torno a prácticas como las de ramsonware, phishing, skimming, botnets para minado de criptomonedas, espionaje industrial, ataques de negación de servicios, etc., además de motivaciones políticas, religiosas, etc.

Las herramientas y tecnologías para llevar a cabo ataques cibernéticos sobre Internet se han masificado y están disponibles a un «clic” de distancia sobre la propia red de Internet, existiendo inclusive la capacidad de contratar servicios de ataques, «Cyber ataques como servicio”, por lo que ya no hay que ser un experto en la materia para cometer atentados de seguridad sobre Internet.

Los mayores temores que tienen las empresas de cara a la seguridad digital tienen que ver con el robo, la manipulación o divulgación no autorizada de información financiera, de información sobre clientes, de información confidencial sobre estrategias de negocios o patentes industriales, y finalmente -y como corolario- el prestigio de mara e imagen, una vez se hace evidente y publico el haber sufrido vulneración de la seguridad. De acuerdo a Comparitech, en general, el precio de la acción de una empresa cotizada en el NYSE cuya seguridad ha sido vulnerada, ha caído en promedio un 7,3%, una vez se hace pública la información.

La transformación digital es necesaria, ya no es una opción en ninguna industria en la que una empresa quiera al menos sobrevivir, es absolutamente imperativo aplicar tecnologías digitales para poder competir en el mundo de hoy; así que, entonces, ¿qué hacer? Lo más importante es entender que a la par de las estrategias digitales, debe contemplarse como prioridad la seguridad, contando con expertos o socios que puedan llevar adelante la implementación de nuevas tecnologías de manera segura y acompañen en la mitigación de riesgos de manera permanente y continua, pues las amenazas evolucionan y se multiplican a un ritmo exponencial.

Según cifras de algunos estudios como el de Forbes Insight, al menos 69% de altos ejecutivos reconocen que los esfuerzos en transformar digitalmente sus empresas hacen imperativo cambios fundamentales en sus estrategias de seguridad.

Específicamente las empresas deben entre otras cosas, establecer y divulgar políticas de seguridad, asegurándose de que cada miembro dentro de la organización entienda perfectamente los riesgos a los que están expuestos y sepa cómo actuar ante la más mínima sospecha de una amenaza digital. Así como en muchas industrias la seguridad industrial se ha convertido en una prioridad y en materia de entrenamiento permanente dentro de las organizaciones, en esa misma medida la seguridad digital debe ser tomada en cuenta y tratada, ya que la mayoría de las vulneraciones a los entornos digitales de una empresa se terminan dando por errores humanos, por no seguir normas de seguridad, por descuidos ante engaños o señuelos utilizados por los cybercriminales y también por caer víctimas de ataques del tipo ingeniería social.

Más información relacionada podrá encontrarla aquí: www.comparitech.com

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