Este jueves 11 de agosto, en la madrugada, usuarios reportaron ofertas increíbles en la web de Plaza Vea. Muchos aprovecharon la situación para adquirir, por ejemplo, muebles que valen más de 4.000 soles a solo S/ 20.
Tal y como ocurrió con Saga Falabella, Tottus y La Curacao, las personas tienen temor en que las compras no sean procesadas. Es más, ahora este supermercado ha declarado que los precios corresponden a “un error de la web”.
“Estamos viendo justamente el tema, ha sido un error involuntario, pero estamos viendo la solución. (…) Nos vamos a comunicar con los clientes y lo estaremos informando”, manifestó Adelberto Muller, director de marketing de Supermercados Peruanos, conformado por Plaza Vea y Vivanda, en conversación con El Comercio. Pese a que anunció que sacarían un comunicado al respecto en sus páginas oficiales, hasta el momento no lo han hecho.
Cabe preguntarse si los productos serán entregados o no. Parece ser que, desde Plaza Vea, han tomado la opción de calificar el hecho como un error y ya. Sin embargo, con el antecedente de Saga Falabella, Indecopi aseguró que las empresas tienen ciertas obligaciones que cumplir.
¿Las empresas están en la obligación de entregar productos rematados?
Crisólogo Cáceres, presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec), refirió que el Código de Protección y Defensa del Consumidor garantiza el derecho a la información que asiste a los clientes y, además, señala que estos están facultados a tener acceso a información oportuna, suficiente y veraz a fin de poder realizar una compra consciente.
Por ello, el contenido de la oferta o publicidad del producto o servicio “obligan a los proveedores y son exigibles por los consumidores” pese a que esto no figure en el contrato o el comprobante recibido. A ello, explicó, se le conoce como “efecto vinculante de la publicidad”.
Bajo esos parámetros, la empresa que ofreció el artículo sí está obligada a cumplir lo prometido, ya que fue el proveedor el que cometió el error y no el consumidor.
Resaltó que las compañías no pueden hacer simplemente como que no ocurrió nada o desconocer las transacciones.