Lo primero que nos dice Domenico Casaretto es que cree que todos los peruanos tiene un sol en el bolsillo con el cual engreírse con una golosina, con una gaseosa o un helado.
Y eso es casi cierto.
Y es que al año,un peruano puede llegar a consumir 1.7 litros de helado, aproximadamente quince paletas, copas, conos o sanguchitos. La cantidad de helado es equivalente a 57 millones de litros de helado al año, cantidad suficiente para llenar 21 piscinas olímpicas.
«Lo bueno es que con el helado sí puedes cuidar la figura porque a veces están hechos a base de hielo«, comenta Doménico, gerente de la división de helados de Donofrio.
Así compran los peruanos
La forma de consumo del helado en el Perú es particular, porque no depende de dónde viva una persona, sino de por donde transite.
«En Lima por ejemplo tenemos avenidas muy transitadas en San Juan de Lurigancho o la avenida Canadá donde se pueden vender helados. No dependemos de dónde vive la gente con capacidad de poder comprar el helado, sino por dónde pasa«, cuenta Casaretto.
Él cuenta que, por ejemplo, que la avenida Javier Prado puede tener mucho tránsito de personas, pero van en vehículos y eso no sirve para vender helados.
«A pesar de ello puedes encontrar una persona que esté con cooler vendiéndolo en los semáforos, al día más a menos salen a vender entre siete y diez mil nuevos heladeros en todo el Perú», dice.
Eventos como los procesos electorales, partidos importantes o, como recientemente se tuvo, la visita del Papa, saca a calle a todos estos heladeros.
En casa
Los 15 o hasta 17 helados individuales que puede consumir una persona al año, según cuenta Doménico, incluyen una costumbre poco común en otros países de la región: comer en casa.
«Las familias peruanas se llevan el helado a casa y lo comparten en la mesa«, comenta. Agrega que en otros países uno sale a comprar un helado. «Acá en perú ese consumo del producto dentro del hogar es importante», cuenta.
Aunque el promedio de peruanos considera que solo en verano se dispara el consumo de helados, Casaretto comenta que la realidad es más estable. Si bien en los primeros meses del año la venta se eleva, por el efecto estacional, luego el consumo se traslada a otras regiones del Perú, donde empieza a hacer más calor.
«El único mes donde cuando se vende menos es en junio, incluso en julio, durante fiestas patrias se vende más, a pesar de que haga frío en toda la costa», menciona.
Casaretto indica que en verano la gente apuesta por los helados de crema porque dan la sensación de ser menos fríos. Por eso el consumo no disminuye.
Los sabores
«Los peruanos han crecido con un determinado sabor a vainilla y un determinado sabor a lúcuma. Ellos pueden identificar cuándo un producto no contiene las frutas que dice», comenta Doménico y a grandes rasgos indica que el 95% de la lúcuma que utilizan proviene de Ayacucho y en el caso de los mangos, viene de Piura.
Después de tantos años, ¿es fácil hacer helados?, le preguntamos. «Tenemos diez líneas de producción que botan millones de helados todos los días, nunca se corta la producción. Yo creo que no es difícil hacer helados, lo difícil es hacer que ese mismo helado llegue igual a Miraflores como a Huánuco«, responde.
