La emblemática fábrica de chocolates La Ibérica, cumple 111 años de historia y quiere recordar a los consumidores el contenido emocional de sus productos
La Ibérica, reconocida fábrica de chocolates del Perú, ha presentado su nueva campaña denominada «La Ibérica, auténtico chocolate». Este apelativo no es gratuito, los consumidores la reconocen como una marca honesta y auténtica, que ha sido fiel a sus creencias y tradiciones y, además, cuenta con una trayectoria de más de 100 años coherente en sus acciones.
Los seguidores de La Ibérica declaran que es una marca auténtica, por lo que hace y por lo que ellos reconocen en la marca: su historia, su origen y la calidad de sus productos, que los han acompañado a lo largo de su vida, en algunos casos desde la niñez hasta una edad avanzada.
Chocolates La Ibérica: 111 años de trayectoria
La campaña de la emblemática fábrica de chocolates se da en el marco de sus 111 años de historia. De hecho, son pocas las empresas en el mundo que han logrado trascender por más de un siglo. El logro ha ido de la mano de sólidos valores y principios creados por su fundador, conservando su legado, así como la esencia y autenticidad de la marca.
La historia comienza en 1909 cuando Juan Vidaurrázaga Menchaca, hijo de un marino mercante español, inició una industria poco conocida en esos años, aprovechando recursos naturales que existen en el Perú: el Cacao Chuncho del Valle de La Convención, en Cusco; y el azúcar de los valles arequipeños.
Luego de hacer sus estudios en España, donde tuvo un compañero de carpeta cuyo padre le enseñó a hacer chocolates, despertando su verdadera pasión. Vidaurrázaga regresó al Perú en el año 1904 y tomó la iniciativa de formar su propia fábrica de chocolates. El joven empezó tostando y moliendo los granos de cacao en un batán de piedra, teniendo como primer producto una tableta de chocolate para taza. Fue así como nacieron los chocolates La Ibérica, de una manera artesanal.
Con el transcurrir de los años, fue desarrollando nuevos productos, como el chocolate con azúcar y el chocolate con leche, así como bombones de diversos rellenos, toffees, mazapanes hechos con castaña y los tradicionales turrones.
