Según publicó Diario Gestión: Emprendedores abren gimnasios en verano: ¿franquicia o marca propia? Entonces, ¿a qué ritmo vienen creciendo y cómo se expanden?
La temporada de verano agiliza el movimiento de diversos negocios, siendo los gimnasios uno de los rubros que se benefician con una mayor presencia de clientes en los salones. Entonces, ¿a qué ritmo vienen creciendo y cómo se expanden?
Emprendedores abren gimnasios en verano
El presidente de la Asociación de Gimnasios del Perú (AGP), Enrique Fernández, señaló que al mes, se abren aproximadamente 20 de estos negocios en la capital, sobre todo en Lima Norte. Los locales que demandan generalmente los emprendedores son espacios de entre 200 y 250 metros cuadrados (m2).
“Se tratan de gimnasios de tamaño mediano, con una inversión promedio de entre US$ 150,000 y US$ 200,000. Y quienes aperturan son personas vinculadas al sector como instructores, quienes observan una oportunidad en este negocio”, indicó.
En el caso de provincias como Oxapampa y Chachapoyas, sostuvo Fernández, también se ve un mayor interés por abrir este tipo de locales, aunque no manejan una cifra exacta.
Fernández sostuvo que tras la pandemia, anualmente viene creciendo el número de gimnasios por una mayor aceptación del público. Además, también destacó la flexibilidad en las membresías, las cuales antes eran con compromisos de un año y ahora se han reducido incluso a tres meses.
“En este periodo de verano; por ejemplo, son muy demandadas las membresías de tres meses, cuyo precio promedio es de S/ 350. La tarifa es muy variable, según el distrito en el que se encuentra el gimnasio. A nivel nacional se estima que hay 3,000 de estos negocios”, refirió el empresario.
Hacia el negocio propio
Por su parte, el socio de la consultora Novofranquicias, Gerson Hernández, afirmó que ha aumentado el emprendimiento en este tipo de negocios, en desventaja del mercado de franquicias en este sector, el cual antes de la pandemia tenía en el radar cerca de 15 marcas franquiciables y hoy solo estaría entre 3 y 4.
“El mercado de franquicias en gimnasios está bastante debilitado, porque ahora los empresarios prefieren abrir sus propios locales, sea en formatos tradicionales o como entrenamiento funcional antes que invertir en una franquicia. Estar bajo el paraguas de una franquicia implica ajustarse a algunos parámetros que también demandan de inversiones; en cambio, tener una marca propia da libertad en torno a la gestión general del negocio”, explicó el experto.
Hernández manifestó que solo la implementación de un gimnasio tradicional franquiciado, sugiere una inversión de cerca de US$ 300,000; en tanto, en la franquicia de un formato express, con solo un 10% de máquinas el valor de equipamiento es de US$ 50,000.
“El empresario que desea poner su propio gimnasio puede tener una inversión mínima de US$ 25,000 en adelante, dependiendo del formato que quiera implementar. A nivel de costos es más conveniente; por ello, muchas marcas de gimnasios fueron perdiendo sus franquicias; antes de la pandemia llegaron incluso 15 firmas a franquiciar”, expresó.
Entre algunas de las marcas que aún mantienen franquicias, Hernández mencionó a Uno A1 y Aventura Gym.
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