El Canal de Panamá y una sequía que ha paralizado una ruta marítima de US$270.000

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Según el portal Perfil

El Canal de Panamá y una sequía que ha paralizado una ruta marítima de US$270.000, la Autoridad del Canal de Panamá estudia posibles alternativas, como un lago artificial para bombear agua al canal, y la siembra de nubes para aumentar las precipitaciones.


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Los vestigios de un antiguo bosque muestran lo mal que están las cosas en el canal de Panamá, azotado por la sequía.

A unos cientos de metros de los enormes buques que transportan mercancías para todo el mundo, unos tocones macilentos se alzan por encima de la línea del agua. Son todo lo que queda de un bosque inundado hace más de un siglo para crear el canal. No es raro verlos en plena estación seca, pero ahora, inmediatamente después de lo que suele ser el periodo de lluvias, deberían estar completamente sumergidos.

Son un recordatorio visible de cómo las condiciones de sequía han paralizado una vía navegable que mueve US$270.000 millones al año en comercio mundial. Y no hay soluciones fáciles. La Autoridad del Canal de Panamá estudia posibles alternativas, como un lago artificial para bombear agua al canal, y la siembra de nubes para aumentar las precipitaciones, pero ambas opciones tardarían años en ponerse en marcha, si es que son viables.

Con niveles de agua que languidecen a 1,8 metros por debajo de lo normal, la autoridad del canal redujo el número de buques que pueden cruzarlo. Los límites impuestos a finales del año pasado fueron los más estrictos desde 1989, cuando Estados Unidos invadió Panamá para sacar al gobernante de facto, Manuel Noriega, lo que llevó al cierre del conducto. Algunos clientes están pagando millones de dólares para saltarse la creciente fila, mientras que otros toman rutas más largas y costosas por África o Sudamérica.

Las restricciones han disminuido ligeramente gracias a un noviembre más lluvioso de lo previsto, pero con 24 barcos al día, el máximo sigue muy por debajo de la capacidad diaria anterior a la sequía, que era de unos 38 barcos. Con la llegada de la estación seca, el cuello de botella está a punto de empeorar de nuevo.

“Como canal, como país, tenemos que tomar algunas medidas porque no es aceptable”, dijo en una entrevista Erick Córdoba, gerente de la división de agua de la Autoridad del Canal de Panamá. “Necesitamos calibrar el sistema de nuevo”.

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