La realidad nos muestra que esta relación, entre crecimiento económico y bienestar de una sociedad, no es siempre tan clara y directa.
En una reciente conversación entre amigos, comentábamos a raíz de los sucesos que vive nuestro país, y lo que se ve en otros países de la región, si la economía estaba desligada de los acontecimientos políticos y sociales que afectan a sus sociedades.
Puede parecer que una cosa es si el producto bruto interno y el consumo crecen, si el Estado logra equilibrar sus cuentas fiscales, si la inflación se mantiene a raya y consecuencia de esto y otros factores económicos, el país logra mantener una clasificación de grado de inversión internacional. La mayoría espera que como consecuencia de esto se logre paz interna, un país donde todos sus ciudadanos convivan en democracia, con leyes que se respetan y justicia que es bien administrada, optimistas porque el futuro lo puede construir cada uno con su esfuerzo, porque existen las oportunidades.
La realidad nos muestra que esta relación, entre crecimiento económico y bienestar de una sociedad, no es siempre tan clara y directa. Y que muchas veces si se olvida la palabra sostenibilidad se entra en un circulo vicioso en vez de virtuoso. Porque la imposibilidad en lograr que los beneficios del crecimiento económico y estabilidad del riesgo país se traduzcan en mejoras y oportunidades sostenibles en calidad de vida para sus habitantes, termina por minar lo avanzado, destruyendo el crecimiento y la estabilidad macroeconómica. Y la inversión local y extranjera no busca problemas, busca oportunidades y rentabilidad.
Es difícil aprender en piel ajena, pero debemos evitar que estas coyunturas difíciles sean aprovechadas por los jinetes de ideas trasnochadas que aprovechando validos reclamos, toman el poder e implantan modelos fracasados solo eficaces en crear pobreza y mas corrupción. Como para ejemplo basta un botón, les dejo estas declaraciones de una de una reputada clasificadora de riesgos internacional, Moody`s sobre la situación del Perú emitidas el pasado mes de abril en medios escritos: “… la calidad general del servicio civil de Perú se ha deteriorado desde el comienzo de la administración Castillo, lo que impedirá la inversión debido al aumento de los trámites burocráticos para una economía que ya lucha con la productividad”. Y sigue así: “Es poco probable que se adopten reformas estructurales que mejoren la productividad debido a los desafíos de gobernabilidad, y las condiciones políticas podrían conducir a políticas populistas en medio de una polarización continua. Estos factores limitarán las perspectivas crediticias de Perú, a pesar de su continua restricción fiscal”
