CEPAL estima que economías en América Latina y el Caribe se desacelerarán en 2023 y crecerán 1,3%

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De acuerdo con el Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022, dado a conocer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se estima que en 2023 se profundice la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1,3%, aunque para este 2022 crecerán un 3,7% en 2022, poco más de la mitad de la tasa del 6,7% registrada en 2021.

Esta reducción que se espera en la inflación global para el 2023, tenderá a moderar los incrementos de las tasas de política monetaria de los principales bancos centrales, añade el organismo.


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Según el documento, luego del dinamismo mostrado por la actividad económica de la región en el primer semestre de 2022 se ha desacelerado, reflejando, por una parte, el agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021 y, por otra, los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo.

El informe destaca que el proceso de recuperación de los mercados laborales que se ha experimentado en el primer semestre de 2022 no ha permitido eliminar las brechas entre hombres y mujeres que exhiben indicadores como la tasa de participación laboral y la tasa de desocupación, también durante el 2022, se han observado tanto un aumento de la informalidad y como una caída en los salarios reales.

El Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Manuel Salazar-Xirinachs, indicó las respuestas de política monetaria adoptadas a nivel mundial en 2022, en un contexto de aumento en la inflación global, han provocado incrementos en la volatilidad financiera y en los niveles de aversión al riesgo y, por tanto, han inducido menores flujos de capital hacia economías emergentes, incluyendo las economías de la región.

Un elemento que destaca el informe es que los cambios registrados en la trayectoria de la inflación regional en el segundo semestre de 2022, aunados a la desaceleración de la actividad económica que se espera se prolongue para el próximo año, reducirán las presiones de las autoridades monetarias de América Latina y el Caribe para continuar aumentando las tasas de política monetaria.