Un modelo de negocio rentable para salvar al planeta», es el tema que nos propone Felipe Escalona, fundador y CEO de The Real Eco State.
Pese a ser uno de los lugares más hermosos, diversos y fascinantes de la Tierra, probablemente pocos saben algo acerca de la Patagonia chilena. Deben ser menos aún los que están enterados de que es probablemente el único pulmón verde que le va quedando al planeta, en la medida que el Amazonas sigue siendo depredado sin mayor control. Y muchos menos los que están en conocimiento de que esa fábrica de oxígeno ubicada al final de América del Sur realiza uno de los mayores aportes ecológicos para combatir la principal amenaza que enfrenta la humanidad: el calentamiento global.
Cuando se sabe todo eso, es más fácil tomar conciencia de que se trata de un verdadero tesoro natural que debemos proteger y preservar por nuestro propio bien. El problema es que a pesar de que año a año sufrimos las consecuencias del cambio climático -con veranos cada vez más cálidos, inviernos más fríos, lluvias torrenciales, incendios devastadores y extensas sequías en los cuatro puntos cardinales del globo- pareciera que no existieran los incentivos suficientes para hacer lo correcto y echarle una mano a la naturaleza.
En The Real Eco State queremos ayudar a cambiar eso. Gracias a una alianza con la NASA, la Universidad de Maryland y la fundación WEConserv, nuestra empresa podrá disponer de una herramienta valiosa para incentivar, a través de un negocio rentable, el cuidado de los bosques de la Patagonia chilena y preservar así el importante rol que estos cumplen en la regeneración del equilibrio ecológico.
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¿Cómo? Mediante un inventario detallado de la captura y secuestro de carbono que realizan esas enormes extensiones de bosque virgen, con información que minuciosamente están obteniendo tanto drones especializados que sobrevuelan a varios metros de altura esa geografía indómita como satélites ubicados a cientos de kilómetros de la superficie terrestre.
Los datos que proporciona la agencia espacial en base al trabajo con la fundación WeConserv y la Universidad de Maryland le están ofreciendo a The Real Eco State una oportunidad única de comprender mejor no solo cuánto contribuye ese pulmón al sur del mundo a combatir el calentamiento global, sino también de cómo podemos trabajar en la práctica para que esa contribución se extienda en el tiempo con los incentivos adecuados. Esa información que se está generando ayudará a quienes adquieren en esa zona un terreno saber exactamente cuánto carbono captura éste y, en el futuro, incluso rentar por su conservación.
¿De qué manera? Entre otras cosas, al medir el aporte cuantificable de estos bosques vírgenes al planeta se obtendrán nuevas herramientas que permitirán transar ese aporte en mercados, por ejemplo, de bonos de carbono. Precisamente para eso es que recientemente nos hemos asociado con la climate fintech británica eGreen, con el fin de emitir créditos de carbono digitalizados utilizando tecnología blockchain. Así, la compra de un terreno en la Patagonia, bajo leyes especiales que aseguran en Chile su no intervención de manera perpetua, se convierte en un negocio rentable en el tiempo para quienes invierten allí.
El trabajo que está haciendo The Real Eco State con la NASA y la Universidad de Maryland es una buena noticia para todos.
Primero, para quienes ya han hecho su pequeña contribución creando Parques Privados de Conservación en terrenos que verán incrementar su valor en el tiempo. Segundo, para incentivar a otros a sumarse a la protección de los bosques patagónicos atraídos por la perspectiva de una rentabilidad verificable, asegurando que estos sigan siendo un recurso valioso para las generaciones futuras. Y tercero, para nuestro propio planeta, que contará por primera vez con un inventario preciso del aporte a su salud que realiza uno d ellos últimos pulmones sanos que le van quedando.
