Por: Vicente Pascual, Vicepresidente de Delivery en Cabify
Empiezo la jornada trabajando desde casa, ubicado en frente del ordenador en un despacho que comenzó siendo provisional allá por el 2020. De la noche a la mañana recuerdo como el mundo, literalmente, se paralizó. La incertidumbre se apoderaba de todos nosotros, nos vimos obligados a improvisar y nuestra cultura y hábitos se adaptaron a muchísima velocidad.
Desde casa y con la tecnología a nuestro favor los hábitos de consumo también cambiaron, y las ventas en línea marcaron un antes y un después en el mercado del comercio electrónico en América del Sur. Un modelo rentable que ha llegado para quedarse, pues se prevé que el mercado latinoamericano y caribeño del comercio electrónico supere los 105.500 millones de dólares para 2025, según las últimas estimaciones del Statista Digital Market Outlook.
Además, el auge del comercio electrónico es una realidad ya que, según los estudios de investigación de Think With Google, el 37% de los compradores online del último año en Hispanoamérica realizaron su primera compra online durante la pandemia, y el 86 % de estos nuevos compradores online planea seguir comprando en el futuro. Las razones son más que evidentes, los nuevos consumidores se inclinaron por el canal online para: minimizar las salidas en el contexto pandémico (56%), poder recibir el producto en el domicilio (32%) y ahorrar tiempo (29%), según los datos publicados por Google.
En definitiva, esta coyuntura generada por la pandemia ha conquistado el corazón de millones de consumidores digitales nuevos. Ahora llega el momento de que se consolide la relación y en este auge del e-commerce, los actores que garantizan un ciclo de ventas completo tienen mucho que decir. Para nosotros, en Cabify, la última milla es nuestro gran desafío y una enorme oportunidad de negocio en América del Sur.
La tecnología, un eslabón inherente los procesos de compra digital
Tener cualquier objeto a nuestra disposición con tan solo un click es una realidad, pero también necesitamos garantizar que ese producto se entregue a su correspondiente remitente de una manera segura, rápida y, por supuesto, trazable en tiempo real. Este último aspecto genera unas expectativas cada vez más altas entre los clientes, ya que queremos que nuestros productos lleguen tan rápido como ejecutamos la compra. De hecho, se estima que el número de clientes que optará por las entregas Same Day Delivery crecerá un 36% cada año durante los próximos diez años, según el estudio ‘El futuro del ecosistema de la última milla’ de World Economic Forum.
Para acercarnos a la excelencia en la Última Milla, y cumplir con estas altas expectativas que marcan los clientes, es imprescindible contar con un servicio que cuente con variedad de vehículos y con un buen aparato tecnológico que facilite la experiencia con el usuario y con los diferentes participantes de la cadena de envío. Por otra parte, la trazabilidad de los recorridos y la información que se obtiene de ellos es otro de los principales retos de la última milla, y la tecnología juega un rol protagonista en esta área.
Pero, en un contexto en el que se involucran tantos actores y donde la tecnología ha llegado para quedarse, ¿quién se encarga de regular todos los procesos para garantizar un ciclo de compra óptimo? Las administraciones públicas y gobiernos, que actúan como piedra angular del cambio, serán quienes nos sirvan de árbitros para ofrecer soluciones a los clientes, transformar la movilidad y hacer más efectiva la cadena logística.
Por otra parte, el boom de las compras online no debe ser equivalente a tener en la calle más vehículos de reparto y, por ende, más emisiones. La eficiencia, la trazabilidad y el uso de flota no contaminante deben estar en el corazón de la industria. Por esta razón, será importante contar con proveedores que faciliten a las empresas toda la data relacionada y que asuman compromisos de alto nivel en materia de medición, reducción y compensación de emisiones. El planeta es solo uno, y cada vez tenemos más claro este compromiso, por eso desde Cabify apoyamos la sustentabilidad y somos neutros en carbono desde 2018, compensando el 100% de las emisiones que generamos.
Estoy seguro de que la última milla es una frontera con un gran desarrollo todavía por alcanzar, y que se haya incrementado en un 75,6% (según Internet World Stats) la penetración de internet en América del Sur en los últimos años, nos da pistas sobre la buena salud del sector. Ahora nos toca a nosotros, las empresas, encontrar nuestro hueco aprovechando el buen ritmo de crecimiento del e-commerce y las oportunidades que ofrecen los marketplaces de América del Sur para expandir el volumen de negocio traspasando las fronteras.
