Por: Argenis José González Salas – Presidente de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo
Si han falsificado los billetes y las monedas que tienen tantos detalles de seguridad, por supuesto que también pueden falsificar las criptomonedas, las cuales es más fácil de crear y hacer circular sin que se pueda ir a reclamar a quienes las crearon porque nadie conocido las respalda.
Al menos a los billetes les agregan detalles en el papel en los dibujos en los mecanismos de comprobación de su originalidad vistas al trasluz, imágenes que no son obvias a simple vista, el tacto en el relieve… Etc… Y es que los falsificadores nunca se han detenido a través de la historia, siempre evolucionan para perfeccionar el técnica fraudulenta, pero aparentemente nunca idénticas, lo que permite que en los mercados internacionales sigan circulando los falsos con los verdaderos.
Con las criptomonedas el asunto resulta mucho más complicados, su minería es menos explicativa y por tanto con el cuento de que los inversionistas un día ganan y luego pierden, haciendo que muchos sigan soñando con hacerse superhipermillonarios cuando suben las estadísticas y pobres absolutos, cuando todo merma. La normativa debe ser difundida para evitar que los falsificadores tengan éxito. Los gobiernos deben promulgar tratados internacionales para crear leyes sobre el tema de las finanzas, proporcionando seguridad jurídica y que cumplan su papel de intercambio correcto de bienes y servicios.
