«Priorizando la salud: ventajas e importancia de evitar el estrés laboral en las compañías«, es el tema que nos propone Joseph Zumaeta, Country Manager de Pandapé, el software de RRHH líder en LATAM que optimiza procesos para contratar eficientemente al mejor talento y facilitar su gestión, potenciando su felicidad.
En la encrucijada actual de la productividad y el bienestar para las organizaciones modernas se alza un desafío clave: el estrés laboral, un fenómeno silencioso en crecimiento dentro de los ecosistemas laborales. Esto se enmarca como parte de una búsqueda de resultados y eficiencia, donde los equipos de RRHH deben contemplar el impacto que el estrés crónico tiene en los colaboradores. Y en última instancia en la organización en su conjunto.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) previo a la pandemia México ya era uno de los países con mayor fatiga por estrés laboral. Al menos el 75% de los trabajadores del país padecía esta condición, incluso superando los niveles de países como China (73%) y Estados Unidos (59%). A nivel global, algunos estudios revelan que el 80% de los trabajadores del mundo sienten estrés en el trabajo, casi la mitad dice que necesita ayuda para aprender a manejarlo y el 42% dice que sus compañeros de trabajo necesitan ayuda.
Ahora, algunas encuestas realizadas en 2023 revelan que existe una prevalencia importante del síndrome de burnout, también conocido como síndrome del trabajador “quemado”, estrés laboral o desgaste ocupacional. El burnout se considera una enfermedad psicosocial con componentes de cansancio emocional, despersonalización y abandono de la realización personal. De hecho, esto es tan crucial que en 2022, por primera vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó la formación de los directivos para que puedan prevenir los entornos laborales estresantes y responder a los trabajadores que sufren.
Efectos del estrés laboral en la salud de los colaboradores
Como vemos, el estrés laboral no es solo una simple molestia pasajera. En realidad, este fenómeno puede tener efectos profundos en la salud física y mental de los colaboradores en las compañías. Entre los principales se encuentra el agotamiento, la ansiedad, problemas cardiovasculares, e incluso un aumento en el riesgo de padecer diabetes. Este último tema es crítico en un país como México, una epidemia que ocupa la segunda causa de muerte anticipada. Así, el estrés crónico es un padecimiento que socava la calidad de vida de los equipos de talento, y mina su capacidad para desempeñarse en su máximo potencial.
En esta turbulencia, la falta de sueño, la presión constante y la sensación de estar abrumados pueden convertirse en una fórmula tóxica que erosiona la moral y el compromiso de los colaboradores. A nivel profundo, el estres laboral puede provocar automedicación, aversión o fobia al trabajo, abuso del alcohol o drogas y en un extremo, cuando llega el colapso, cuadros psiquiátricos y hasta el suicidio.
Algunos terapeutas detallan que el síndrome del estrés laboral tiene tres componentes básicos:
- Cansancio o agotamiento emocional.- Sin ganas, desmotivado.
- Despersonalización.- Construcción inconsciente de una defensa para protegerse de la impotencia, indefinición, frustración y conflictos, que se manifiesta en una desconexión o robotización en el trabajo
- Abandono de la realización personal, cuando se pierde el valor que el propio trabajo tenía para la persona.
Impacto en la productividad de la organización
En el ámbito de la productividad de una organización, lo anterior puede llevar a otra consecuencia: cuando un colaborador cae en lo que popularmente se conoce en México como la “ley del mínimo esfuerzo”. Se trata de un pensamiento asociado al de “la compañía hace como que me paga y yo hago como que trabajo”, lo cual se traduce en grandes afectaciones para los resultados de negocio.
Por otro lado, hasta hace pocos años existía una creencia común en los entornos empresariales, de que el estrés impulsaba aún más la productividad. Sin embargo, con el tiempo se ha demostrado que esto es falso. La realidad es que una fuerza laboral abrumada por la presión es propensa a errores, ausentismo y una disminución general en su rendimiento. La relación entre el estrés y la productividad sugiere que una mayor presencia o registro de estrés se correlaciona directamente con una menor productividad de los empleados.
Asimismo, la creatividad y la innovación de los equipos también pueden verse afectadas negativamente. Por todo ello, actualmente es imperativo que las empresas reconozcan que la salud y el bienestar de sus colaboradores son pilares fundamentales para el éxito a largo plazo de toda la organización. De esta manera, evitar el estrés laboral debe ser una prioridad máxima. Dicho de otro modo, la salud mental de los colaboradores debe tomarse como una inversión, y no como un gasto o pérdida económica.
Promoviendo un entorno laboral saludable
Pero, ¿cómo promover un entorno laboral sin estrés? Las compañías visionarias están reconociendo cada vez más la necesidad de crear un entorno laboral que fomente el bienestar. Esto implica implementar algunas prácticas básicas, como una mayor flexibilidad en horarios, programas de apoyo emocional, oportunidades de desarrollo personal y estrategias efectivas de gestión del tiempo.
Además, una comunicación abierta y una cultura que valore la salud mental pueden marcar una diferencia significativa en la manera en que los empleados perciben su trabajo y su sentido de pertenencia. Por ejemplo, ofrecer alternativas como terapia psicológica o talleres de autocuidado puede ayudar a prevenir y tratar el estrés laboral, brindando apoyo emocional y herramientas para mejorar la calidad de vida.
Otro punto clave es la desconexión digital, donde las empresas deben asegurar el derecho de los trabajadores a desconectarse del trabajo y abstenerse de participar en comunicaciones electrónicas relacionadas con él durante horas no laborales. De forma preventiva, también se puede procurar en medida de lo posible evitar el trabajo rutinario, fomentar la realización de actividades físicas, así como la organización de convivencias lúdicas y de esparcimiento.
En última instancia, es importante comprender que evitar el estrés laboral no es solo un acto de benevolencia hacia los empleados, sino una inversión inteligente en el éxito a largo plazo de una compañía. La creación de un ambiente donde los empleados se sientan valorados, respaldados y capaces de alcanzar un equilibrio entre su vida personal y profesional no solo aumentará la satisfacción y la retención de los trabajadores, sino que también fortalecerá la capacidad de la organización para prosperar en un mundo altamente competitivo.
En suma, para ofrecer para crear un entorno laboral más confortable, con menos estrés, podemos puntualizar la necesidad de:
- Horarios flexibles
- Comunicación abierta
- Conciliación entre vida personal y laboral
-
Clima laboral y cultura de empresa
- Oportunidades de desarrollo de habilidades y conocimientos
- Atención psicológica
- Reconocimiento de logros y compensaciones
En conclusión, es hora de que las compañías asuman la responsabilidad de evitar el estrés laboral. El mensaje es claro: las compañías no pueden darse el lujo de ignorar el estrés laboral. La responsabilidad de crear un ambiente que fomente la salud mental y física de los empleados recae sobre los hombros de los tomadores de decisiones y equipos de RRHH. Al hacerlo, no solo están asegurando el bienestar de sus trabajadores, sino también la prosperidad y longevidad de la organización en un mundo empresarial cada vez más desafiante.