Marcos Alexandre Lopes, Líder de Industry X para Accenture Hispanoamérica
En el último tiempo, la sostenibilidad de la cadena de suministro ha ascendido rápidamente en la agenda de las empresas de todo el mundo. La regulación en torno a las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) ha sido un factor clave, como también lo ha sido la creciente presión de los inversores. Además, hoy en día, las elecciones de los consumidores están obligando a las empresas a reimaginar la forma en que se diseñan, obtienen, fabrican y distribuyen los productos con el fin de crear lealtad a la marca e impulsar el crecimiento. Teniendo en cuenta que las operaciones de la cadena de suministro generan el 60% de todas las emisiones mundiales, es fundamental actuar de inmediato.
A pesar de que la sostenibilidad es una de las principales prioridades de los directores de las empresas de todo el mundo, estamos en un difícil momento para lograr un impacto real y empezar a hacer negocios de la “manera correcta”. Esto se debe a la actual volatilidad del mercado, que está obligando a los gestores de la cadena de suministro a encontrar formas de integrar la resiliencia y la sostenibilidad, sin afectar la eficiencia.
Aunque este reto afecta a todas las regiones del mundo, resulta especialmente desafiante para los responsables de la cadena de suministro de América Latina, una región que sigue careciendo en gran medida de redes logísticas sostenibles. Tanto en la región como en el resto del mundo, vemos cada vez más empresas centradas en los “tres pilares de la sostenibilidad de la cadena de suministro”: construir redes de cadenas de suministro diseñadas para tener cero emisiones de carbono, cero residuos y cero riesgos sociales; proporcionar transparencia para aumentar la confianza y, por último, adoptar una visión equilibrada del crecimiento, la rentabilidad, sostenibilidad y la diversidad.
Para comenzar, se debe establecer un destino claro, empezando con una evaluación sobre el avance d ela empresa en materia ESG y la cadena de suministro como componente fundamental. Además, es fundamental contar con el acceso a los datos adecuados para tomar mejores decisiones en todos los niveles. Cuando la falta de habilidad es un problema, se puede solucionar mediante recapacitaciones, además del despliegue inteligente de las tecnologías existentes y emergentes.
Tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la analítica desempeñarán un papel transformador. También lo harán soluciones como la torre de control, el blockchain y los gemelos digitales, que pueden permitir nuevas capacidades, especialmente en términos de seguimiento y localización. Y eso, a su vez, ofrece a las empresas una visibilidad mucho mayor de sus proveedores.
Además, hay grandes oportunidades de utilizar la tecnología para orquestar cadenas de valor más complejas. Así podrán integrar fuentes de suministro alternativas, que permitan a las empresas obtener información en tiempo real, visibilidad y la capacidad de tomar medidas rápidamente.
Queda claro que integrar la sostenibilidad en las operaciones de la cadena de suministro se está convirtiendo en imperativo para las empresas de todas las regiones. Sin embargo, falta avanzar con mayor celeridad y de una forma integral, que permita fomentar el crecimiento, de la mano con el respeto y cuidado del medio ambiente.
