«Pertenencia, factor ineludible de la transformación», es el tema que nos propone Felipe Vega, Fundador de CECANI, empresa de enseñanza y divulgación de las ONG, asociaciones y figuras análogas.
Existe una reticencia natural al cambio. Nos rehusamos a abandonar hábitos y zona de confort. Sin embargo, la adaptación a nuevos entornos de producción y trabajo es lo único que nos asegura sobrevivencia en mercados cada vez más competitivos.
¿Cómo vencer los bloqueos frente al cambio? Con el involucramiento de todo el personal, con converir a cada miembro del equipo como parte esencial de una transformación.
Al empoderar a las personas para que logren sus propios objetivos, los líderes pueden superar el g escepticismo y lograr grandes resultados.
Décadas de investigación en innovación demuestran que el cambio se difunde socialmente de manera más efectiva, de igual a igual.
En general, Los líderes empresariales saben que una cosa es tener una idea que funcione y pueda producir resultados, y otra muy distinta es lograr que se adopte a una escala para que pueda crear impacto. La buena noticia es que al empoderar a las personas para que acepten el cambio porque éste ayuda a lograr sus propias ambiciones, conduce a aceptar la modificación de políticas y rutinas.
Generar una cultura de cambio es trascendental para todo tipo de organizaciones. Más aún si se viven irrupciones que alteran la manera de gestionar el negocio y se deben adaptar a cambios trascendentales de creación, producción, logística e incluso derecho corporativo en aras de aceptación en determinados targets.
En las organizaciones no gubernamentales y sociedades filantrópicas en general, el cambio es una realidad con la que deben lidiar quienes tratan de mejorar los estilos de vida de quienes temen adoptar nuevas formas de interactuar, trabajar, sanar o vivir.
La fórmula para cambiar es la que se sigue con los recursos cooptables. Es decir, debe ser sencilla y accesible. Esto significa que debe carecer de mandatos, premios y castigos obvios. También debe pertenecer a aquellos que deciden participar. Por ello, las barreras de entrada deben ser bajas, y los beneficios de usar el recurso deben ser fáciles de comunicar a los demás. Finalmente, debe ser impactante, ofrecer un valor práctico a sus usuarios.
Que sea escalable es un plus muy significativo cuando buscamos la adopción generalizada de una nueva idea o tecnología.
Ahora, el cambio comienza a escalar cuando las personas reciben recursos para ayudarlas a lograr cosas en las que ya creían. El método tiene éxito porque permite a las personas verse a sí mismas como héroes dentro de su propia historia.
Este enfoque, convincente, no coercitivo, se puede utilizar en todas las áreas donde las empresas buscan introducir nuevas formas de trabajo, ya sea nueva tecnología o simplemente nuevos procedimientos. Aunque puede ser tentador para los gerentes imponer el cambio a todos simultáneamente, un mejor enfoque es comenzar poco a poco y dar a los entusiastas del cambio los recursos que necesitan.
La cultura del cambio y la transformación es una tarea que todos debemos asumir con diversos enfoques.
