Opinión: Retail 4.0 es moda circular

Una nueva generación de consumidores conscientes ya es parte del mercado y a medida que su preocupación por la preservación del planeta y la reversión de los problemas ocasionados crece, las redes sociales y los medios de comunicación centralizan su atención y contenidos en este nuevo escenario para el retail de moda.

Según el reporte anual Pulse of the Fashion Industry, las menciones sobre sostenibilidad en las redes sociales entre 2015 y 2018 aumentaron un 30% más rápido que el crecimiento general de las propias redes. Como todos sabemos, la conciencia medioambiental está mucho más arraigada entre los jóvenes, particularmente los Millennials, quienes son usuarios masivos de las mismas.


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Dicha conciencia ha comenzado a dirigir la mayoría de las decisiones de compra de este segmento de consumidores, ya que más de un tercio de los encuestados por la organización Global Fashion Agenda en el citado reporte así lo expresaron; informando por ejemplo que habían cambiado su marca preferida por otras que contemplaban prácticas responsables y amigables con el medioambiente. Más del 50% de los participantes confirmaron que su próxima decisión de compra se basaría fundamentalmente en estos conceptos relacionados.

Estos datos ratifican que la mayoría de los jóvenes consumidores incluyen, entre sus pautas de comportamiento de compra, cuestiones relacionadas al cuidado y preservación del medioambiente y la responsabilidad social. Si el peso de las incuestionables razones sociales y ambientales no había sido hasta ahora suficiente para tomar la decisión correcta por parte del sector, estos resultados reconfirman el necesario e imperante giro que ha tomado la industria y el retail de moda hacia la circularidad como meta de plazo. Por supuesto, los profesionales responsables del sourcing y abastecimiento en origen acompañamos y promovemos los nuevos objetivos fijados.

Retail 4.0 es moda circular o no será.

No cabe ninguna duda que esta clara tendencia continuará creciendo e insertándose en la mayoría de los consumidores que componen el mercado. Es solo cuestión de tiempo e integración de las nuevas tecnologías el que las prácticas medioambientales y responsables se vuelvan criterios fundamentales en la toma de decisión de compra por parte de los clientes sobre cada uno de los productos de la moda.

Necesitaba hacer esta introducción al tema y que ustedes pudieran comprender porque incluso considero que el título más adecuado para este artículo debió ser:  Retail 4.0 es moda circular o no será.

Transitando el mismo camino, con una visión a futuro, clara y comprometida, ya analizábamos en este espacio de América Retail, hace más de dos años, diferentes opciones que teníamos en la industria para lograr este cambio incuestionable y sumamente necesario. Al respecto, les recomiendo leer este artículo: Moda reciclada.

Consumidores conscientes más una industria sostenible.

Los consumidores conscientes son un motor cada vez más importante pero insuficiente. Las ponderaciones de los consumidores sobre las prácticas responsables y sustentables aún no son lo suficientemente poderosas por sí solas como para constituirse en la fuerza motriz más importante que cambie radicalmente el sentido que hasta ahora llevaba la propia industria y el retail de moda. Incluso, volviendo al ámbito estrictamente comercial y del marketing, en los productos de moda, la calidad y la estética son factores que siguen dominando las pautas en la toma de decisión de compra individual si tenemos en cuenta la dimensión total del mercado.

Ni el retail, ni la industria deben esperar a que solo el consumidor lidere este movimiento; depende de los líderes de la moda tomar el protagonismo hoy mismo, a través de medidas responsables y en cierta forma, disruptivas y llevar adelante la transición hacia una industria sostenible y a la moda circular del mañana.

El pulso de la industria de la moda.

El exhaustivo reporte anual mencionado al comienzo del artículo manifiesta que efectivamente la industria de la moda ha mejorado su desempeño social y ambiental en este último año pero a un ritmo más lento que en el año anterior. Esto debiera ser una alerta para quienes somos protagonistas y partes interesadas en el sector. Es innegable que existen mejoras, todos los profesionales que estamos dentro del proceso podemos observarlas a diario, pero la moda todavía está lejos de ser sostenible en toda su cadena de valor y mucho menos circular. Aunque el progreso continuo es alentador, su velocidad decreciente es preocupante.

Del análisis de la información vertida por Global Fashion Agenda se puede discernir que las empresas del sector no están implementando soluciones sostenibles lo suficientemente rápido como para contrarrestar los impactos ambientales y sociales negativos. Por consiguiente, se solicita que los líderes de la industria y el retail de moda aumenten su acción y el ritmo hacia un cambio sistémico más profundo.

Las compañías deben presionar más, con esfuerzos centrados y coordinados dentro de la misma organización y hacia terceras partes involucradas en el proceso (socios, industriales, proveedores, organizaciones, otros) para superar las limitaciones tecnológicas y económicas que dificultan el necesario progreso.

Moda sostenible es visión y esfuerzo mancomunado.

En los Objetivos de Desarrollo Sostenible se calculó que las emisiones globales de carbono deberían disminuir un 45% respecto de los niveles de 2010 hacia el año 2030, siempre y cuando el calentamiento global se limitara a un aumento de 1.5 °C y las emisiones netas de carbono cero se alcancen para el año 2050. Bajo este marco podemos inferir que las soluciones puestas de manifiesto por parte de la industria y con la velocidad del progreso actual, no se llegará a producir el impacto necesario para transformar la industria en toda su dimensión. La moda necesita un cambio sistémico más profundo y por ello el concepto de esfuerzo mancomunado adquiere más relevancia que nunca.

Sin las mejoras necesarias en las pautas ambientales y sociales a través de la inserción y ampliación de los procesos sostenibles existentes, la adopción de modelos de negocios más eficientes y la implementación de cambios transformadores, la brecha entre el crecimiento de la industria de la moda y su desempeño medioambiental se ampliará aún más. Si los protagonistas no somos capaces de revertir esta situación actual y finalmente se produjera, generará un grave impacto a largo plazo en la prosperidad ambiental y social y por añadidura en la economía y finanzas de nuestras empresas.

Acción hacia la moda circular.

La conclusión está a la vista de todos. Si confiamos o descansamos en la continuación de las tendencias actuales, no podremos lograr la tan anhelada sostenibilidad neta positiva de la moda, lograr insertarla en la economía circular y cerrar el ciclo. Pasemos a la acción y tomemos como un incentivo el hecho de que se tenga que hacer mucho más de lo que se está haciendo actualmente para lograr el objetivo. Llevar a la industria y al retail de moda a la circularidad es tarea de todos y podemos hacerlo.

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