Opinión: Resignificar el encierro

“¡Qué agote esta situación!”, “ODIO el encierro”, “la pega, los niños, la casa y encerrada, ¡me está matando el tema!”, “¡¡necesito salir!!”, “¡NO SOPORTO ESTAR ENCERRADO!”, “es que es terrible estar encerrado y no poder hacer nada”, “Imposible concentrarme con los niños en la casa”…

Son algunas de las frases que más he escuchado y leído esta última semana en mis conversaciones telefónicas y diversos chats. Todos están chatos (aburridos, cansados, superados) de estar encerrados… y eso que recién llevamos 6 días de cuarentena voluntaria. Sólo 6 días.


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A ello se suman los cientos de videos, twitts, columnas y opiniones dadas como hechos de miles de supuestos expertos en el tema; las noticias falsas; las noticias verdaderas; los videos con la experiencia de quienes están viviendo situaciones complejas; las noticias de las medidas que toma el Gobierno; los mensajes de los que alegan por lo que hizo el Gobierno; los mensaje de los que alegan por lo que no hizo el Gobierno; las cadenas de cacerolazo para pedir cuarentena; las cadenas de aplausos para apoyar a los trabajadores de la Salud; lo que te pide el colegio; lo que no te pide el colegio; lo que te dice tu mamá, tu hermano/a, tu papá, tu pololo/a, tu marido, tu señora, tus amigos…

… y como si fuera poco, lo que te exiges hacer tú mismo, y lo que te exiges ser, en este momento…

Puesto así suena como demasiado ¿no?. Agotador.

Nos drena la energía.

Lo sabemos y, sin embargo, seguimos en el espiral una y otra vez.

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Si tienen amigos o conocidos coaches más de alguna vez deben haber escuchado la frase “las palabras crean realidades”, aludiendo a que aquellas palabras que utilicemos en nuestras conversaciones (con otros o con nosotros mismos) van a forjar la realidad que vivamos en nuestro entorno.

A esta frase, sumo lo que plantea Otto Scharmer en la Teoría U[1], y que a mi me hace aún más sentido, “the way I pay attention shapes how the social reality around me unfolds. Because the energy follows the attention”.

“La forma en que pongo atención determina cómo se desarrolla la realidad social a mi alrededor. Porque la energía sigue a la atención”. 

Si unimos estas dos ideas, podríamos ser capaces de darnos cuenta dónde estamos poniendo nuestra atención, a través de mirar las palabras que utilizamos y las conversaciones que generamos. Y allí se va nuestra energía.

Por lo tanto, si nuestras palabras o ideas son: encerrado, enclaustrado, inmovilizado, no poder salir, preso… la realidad que forjamos a nuestro rededor es esa y nuestra energía se va hacia allá, es drenada por estas sensaciones y emociones displacenteras[2]. Se agota. Nos agotamos. Nos estresamos.

Victor Frankl, en su libro “El hombre en busca de Sentido” (libro que les recomiendo totalmente para transitar este período) dice “si no puedes cambiar una situación que te produce dolor, lo único que puedes hacer es cambiar tú mismo”. Y en este momento, es lo que podemos hacer.

Por ello, la invitación que quiero hacerles hoy es a RESIGNIFICAR… TODO.

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Resignificar esta situación, entendiendo además, que es una situación pasajera (de semanas o meses, pero pasajera al fin).

Resignificar el “encierro”.

Resignificar el “aislamiento”.

Resignificar “la locura de estar en la casa haciendo todo”.

Resignificar el trabajo.

Resignificar la familia.

Resignificar nuestras exigencias, con nosotros y con otros.

¿Y cómo hacemos ésto?

Poniendo la atención en otro lado, para que la realidad social a nuestro alrededor se desarrolle de otra manera. Porque la energía sigue a la atención.

Kelly McGonigal, en su TED Talk del 2013, presenta estudios que demuestran que incluso el efecto del estrés sobre nuestro organismo tiene relación con el significado que le damos a éste: si el significado es negativo, el estrés nos afecta negativamente generando diversas reacciones y enfermedades. Si el significado es positivo (le damos un sentido), el efecto puede ser nulo e incluso positivo. [3]

Así de potente es el dónde ponemos nuestra atención.

Cuando chica veía con curiosidad un libro en la estantería del escritorio de mi papá que se titulaba “La mente poder supremo”. Hoy ese título me volvió a la memoria: donde ponemos la atención va la energía. Y esto no tiene nada que ver con libros como “El secreto” o cosas por el estilo ya que por mucho que yo diga todos los días que me voy a ganar el KINO, no va a pasar sólo por decretarlo.

Tiene todo que ver con la realidad que tejemos a nuestro alrededor y la capacidad que tenemos de escoger el color de la lana que utilizaremos: rojo, azul, verde, amarillo… 

Depende de la realidad que queramos sostener y transitar, el color que escojamos.

 Y sí, tenemos el poder de escoger el color, el grosor, la densidad y el largo de nuestro tejido social.

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Resignificar quiere decir encontrarle un sentido; sin obviar la realidad.

Resignificar quiere decir conectarnos con lo que es realmente importante para nosotros; dejando de lado el cántico eterno de lo que no queremos.

Resignificar quiere decir volver a las bases del ser y, desde ahí, escucharnos; dejando de escuchar todo lo negativo y tóxico que hay alrededor.

Resignificar quiere decir comenzar a pensar en el otro, en otros, en la red, en el tejido social, en el campo social, en el medio ambiente; dejando el pensamiento egocéntrico.

Resignificar quiere decir reflexionar sobre cómo yo puedo generar un movimiento positivo, amoroso, cariñoso, acogedor y compasivo en mi entorno; en vez de dejarme llevar por la negatividad.

Resignificar quiere decir mirarnos a nosotros mismos con cariño, compasivamente, amorosamente; dejando las exigencias de lado.

Estamos viviendo un desafío adaptativo en pleno, y como tal, sentimos que no tenemos idea de qué hay que hacer. Hay muchos futuros posibles. Por lo tanto, poner la atención en ello, en qué pasará más adelante sólo nos drenará energía.

Nuestra atención debemos ponerla en el presente ya que son las acciones que realicemos en él, las que formarán lo que emerja en el futuro.

El futuro está aún sin formar, depende de nuestras acciones de hoy.

La atención debe estar en el hoy. En el presente. En lo constructivo. En lo movilizador. En aquello que permita fluir, en lo generativo, en lo que quiere emerger.

Qué es lo que quiere emerger....

En la certificación LEAD[4], revisamos lo que Heifetz y Linsky plantearon sobre el desafío adaptativo:

·      Los desafíos adaptativos sólo pueden ser afrontados en la medida que se produzca un cambio en las prioridades, hábitos y creencias de las personas.

·      Requiere ir más allá de los procedimientos habituales, buscando lo desconocido, despojándose de algunas formas muy arraigadas de trabajar, tolerando pérdidas y generando la capacidad de superar la adversidad (resiliencia) y prosperar en lo nuevo.

·      La solución adaptativa exige modificar lo que se cree. Una nueva forma de mirar, un modelo mental más amplio y nuevas forma de coordinar y hacer las cosas. Una nueva cultura, desde el aprendizaje.

La solución adaptativa exige modificar lo que se cree. Una nueva forma de mirar, un modelo mental más amplio y nuevas forma de coordinar y hacer las cosas. Una nueva cultura, desde el aprendizaje.

Desde la Teoría U, las preguntas son ¿qué debo dejar ir?, ¿qué debo mantener? Y ¿qué debo dejar venir? Para lograr esta regeneración.

Personalmente: 

Yo dejo ir la palabra “encierro” y dejo venir el volver al hogar como un espacio de reconexión con mi esencia. Un espacio para recuperar mi piel y vestirme con ella; [5]

Yo dejo ir la ansiedad de saber qué pasará en el futuro y dejo venir el centrarme en el presente, en estar para jugar con mi hijo, en pensar en cómo aportar desde lo que hago, en crear formas de sostener mi trabajo, en disfrutar el tener más tiempo porque no tengo que trasladarme de un lado a otro;

Yo dejo ir la autoexigencia de tener que cumplir con todo y dejo venir la sintonía, disponibilidad y responsividad conmigo;

Yo dejo ir la toxicididad de las noticias de todos los días y dejo venir las conversaciones constructivas, amorosas y contenedoras;

Yo dejo ir el deseo y necesidad de control, y dejo venir la vulnerabilidad que permite encontrar apoyo y contención.

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Resignifiquemos lo que estamos viviendo. Cada uno según lo que le haga sentido. 

Aprovechemos este tiempo para engrosar nuestras redes a través de conversaciones contenedoras, sostengamos nuestros vínculos, llamemos para hablar y escucharnos las voces, no sólo por mensajes de texto o Whatsapp. Los emoticones no reemplazarán nunca el tono y el calor de una voz amorosa, divertida, enojada…

Que el distanciamiento físico que estamos viviendo no implique distanciamiento emocional.

Resignifiquemos lo que estamos viviendo.

Y ustedes ¿qué dejarán ir y que dejarán venir?

Que tengan una buena semana

Fran DiDo

PS.

Les dejo un par de recomendaciones para cuando tengan un momento para ustedes:

·      Libro “El hombre en busca de Sentido” de Victor Frankl. Una maravilla que, tal como su título, hace todo el sentido leer en este momento.

·      Soy rockera clásica y me encanta Europe, y la canción “Prisoners in Paradise” tiene una letra que vale la pena escuchar y reflexionar en este momento.

·      Charla “Cómo sostener los vínculos en momentos de incertidumbre”, de Ignacio Fernández. Realmente un aporte para los tiempos que estamos viviendo. https://www.youtube.com/watch?v=pIm2SJxpmOo&fbclid=IwAR1IzBHEgmOa8FEu3CzwI-kD3p5aQNMyz8JfHgNcj6RqasP8EXSKI0yRPCo

·      “El libro de la alegría”, conversaciones del Dalai Lama y el arzobispo Tutu. Editorial Grijalbo.


[1] The Essentials of U Theory, Core Principles and Applications. Otto Scharmer, 2018.

[2] No me gusta hablar de emociones positivas y negativas, ya que no se pueden categorizar así. Las emociones pueden placenteras o displacenteras según la sensación que nos entregan; y pueden ser funcionales o disfuncionales a la situación.  P.e, si voy a una entrevista de trabajo, el tener miedo puede ser displacentero y además disfuncional a la situación porque me bloquea. Sin embargo, si estoy en el zoo y un león se libera, el tener miedo es completamente funcional y me puede llevar a escapar.

[3] TED Talk “How to make stress your friend”, Kelly McGonigal. 2013.

[4] Certificación y Diplomado LEAD, de LEAD Institute Chile. https://www.leadinstitute.cl/copia-de-certificacion-lead-1

[5] Sacado del 5º cuento del libro “Mujeres que corren con los lobos”,  “Piel de Foca”. De Clarissa Pinkola.

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