Por Marco Ribas*
@Accenture_CO
Hoy en día se oye hablar mucho de la Nube (cloud). A veces parece que todas las personas que conoces hablan de ella, invierten o explican la última innovación de cloud con todo lujo de detalles técnicos. Sin embargo, la realidad es que gran parte de esto pasa desapercibido para los directivos de las empresas, especialmente para los directores generales y se sigue enfocando como un tema del departamento de Tecnología e Innovación (TI).
Si además se tiene en cuenta la reciente historia de frágiles casos de negocio en la nube, transiciones desordenadas y plazos incumplidos, esto contribuye a una creciente sensación de decepción entre los directores ejecutivos sobre el potencial de cloud, y eso es un problema. La nube es importante para estos líderes, y el sector debe superar la jerga técnica y la hipérbole. Ahora hay pruebas claras de que cloud es un elemento fundamental para las empresas modernas, que ayuda a acelerar la innovación a escala, a expandirse a mercados adyacentes, a reducir la huella de carbono y mucho más.
De hecho, cloud es ahora un motor central del crecimiento empresarial. De acuerdo con datos de Accenture, las organizaciones que han identificado la nube como un área de enfoque estratégico pueden crecer al doble o incluso al triple de la tasa de sus pares que no lo hacen. La pandemia ha hecho que la nube sea aún más urgente. Todos hemos visto cómo algunas empresas fueron capaces de adaptarse e incluso acelerar sus negocios durante la crisis, triplicando los ingresos en línea. Pero también vimos cómo muchas organizaciones se esforzaban por seguir el ritmo de patrones de oferta y demanda radicalmente diferentes y rápidamente cambiantes. Sencillamente, carecían de la agilidad que habrían proporcionado las capacidades basadas en la nube. Esta experiencia demuestra por qué cloud es demasiado importante para ser tratada como un programa de TI más. Es una parte fundamental de la estrategia empresarial. Es una plataforma para la innovación y la reinvención, así como para la capacidad de respuesta y resiliencia.
Por lo tanto, si se considera la nube únicamente como una fuente de infraestructura de TI más rentable, se está perdiendo el punto y el valor total que puede proporcionar a la empresa, en varios órdenes de magnitud. La nube puede crear más de 1.000 millones de dólares en valor a partir de los nuevos negocios digitales y el crecimiento resultante que cloud puede permitir. Sin embargo, en su estado actual, la brecha entre la oportunidad y la realidad es muy grande, ya que casi dos tercios de las empresas no logran capturar el valor esperado de sus iniciativas en la nube. Para evitarlo, su enfoque de cloud debe ser multidimensional y centrarse en el crecimiento, la innovación y la eficiencia operativa, no sólo en los costos de la propiedad de TI.
La nube tiene que ser algo más que la responsabilidad del CIO [Chief Information Officer, responsable de los sistemas de tecnologías de la información de la empresa]. De hecho, necesita toda la atención de la junta directiva, incluido, sobre todo, el gerente general. Esta falta de alineación es una de las principales razones por las que los programas de transformación de cloud no son exitosos.
Por eso, los directores generales deben empezar por articular claramente el objetivo fundamental de la empresa y definir cómo la nube lo permite. Esto significa volver al inicio, articular el valor principal que la organización aspira a proporcionar y explicar cómo la nube ayudará a toda la compañía a hacerlo mejor, más rápido y eficazmente. También significa estar dispuesto a realinear la cultura y el modelo operativo de la empresa con el objetivo de utilizar la nube como vía para la innovación, la reinvención y el crecimiento futuros del negocio.
A todos nos debería importar cloud, pero por sobre todo a los CEO
* Presidente Ejecutivo de Accenture Colombia.
