La palabra comunicar proveniente del latín communicare (compartir información) es una parte fundamental de las compañías, ya desde tiempos memorables publicistas conocidos como Mad Men en el argot popular en Madison Avenue en New York consolidaban las agencias de publicidad como motor inagotable de generación de valor. Hoy con nuevos canales de interacción con el consumidor la comunicación es mas compleja porque sin lugar a duda un consumidor con poder para opinar en diversas plataformas digitales puede ser influenciar las buenas acciones de las empresas como también las no tan buenas.
Sin lugar a duda la situación de pandemia actual ha obligado a muchas compañías a replantear sus modelos de comunicación, pero esto no quiere decir que no sea un gran momento para hacerlo puesto que hoy más que nunca hay la posibilidad de tener clientes potenciales con tiempos de exposición a la comunicación de marcas mas prolongados de lo habitual.
Muchas empresas han sumado acciones de concienciación desde modificar sus logos en relación con la situación actual como MercadoLibre, hasta lanzar campañas publicitarias en tiempo récord más centradas en divulgar acciones donde han volcado las capacidades manufactureras, tecnológicas, entre otras al servicio de la situación actual como pasa en Medellín donde empresas ensambladoras de motos y electrodomésticos están en fabricación de respiradores artificiales.
Dichas acciones probablemente hoy no representen flujo de caja inmediato y habrá algún financiero preguntándose por el sentido de estas ante un escenario de bajos ingresos, pero sin lugar a duda los grandes marketeros saben que es una oportunidad inmensa para comunicar y conquistar nuevos seguidores, además de mantener la confianza con sus consumidores actuales “adelantar caja”. Por supuesto teniendo en cuenta un consumidor más sensible, ávido de mensajes positivos y forzado a reconocer la solidaridad como única alternativa para superar la realidad.
Dicho todo esto es un gran momento para las empresas trasmitir valores y hacer sentir a los consumidores que sus marcas son un vehículo para compartir valores con los que se sientan identificados y participar en el cambio de una forma mas activa. Las marcas que están escondidas esperando a que la tormenta pase ciertamente no han entendido que quienes estamos encerrados contamos los minutos para salir a disfrutar de las cosas de la vida, entre ellas las marcas que quizás para aquel momento habremos olvidado.
Daniel Giraldo Giraldo
MBA tec de Monterrey
