La primera reacción de la mayoría de las empresas ante una crisis es la de reducir presupuesto, y yendo más al detalle, hacerlo en áreas de Marketing y Publicidad.
En este tipo de momentos es cuando muchas empresas de distinta envergadura toman la decisión de cancelar contratos con agencias, levantar pautas publicitarias, reducir estructuras, eliminar costos fijos (y pasar lo más posible a variables), pero la pregunta que uno debería hacer es: ¿cuál es el costo de esas acciones?
Más precisamente, ¿cuál es el costo de dejar de aparecer en los medios o el costo de que los consumidores (o potenciales) dejen de vernos con frecuencia o de tenernos a mano?
Normalmente, uno valora cuando los amigos acompañan en las malas; sin embargo, las empresas y marcas en las malas desaparecen. Ese costo, tarde o temprano, las marcas lo terminan pagando: estar solo en las buenas no te hace amigo de un consumidor, solo te hace amigo del campeón (ese amigo que sólo está cuando te va bien, pero que ante las adversidades desaparece).
Estos son los momentos donde las marcas, aunque sea con un presupuesto bajo pero con mucha iniciativa e innovación, pueden ganarse el corazón de sus clientes e incluso de consumidores que nunca les compraron.
En las crisis es cuando más hay que enfocarse en estar a mano del consumidor, recordando los servicios o productos que ofrecemos, cómo los apoyamos en estos malos momentos y cómo vamos a seguir apoyándolos en las buenas, en esos momentos en donde las competencias aparecerán (de forma tardía) para tratar de captar a un cliente que ya se enamoró de otra marca.
Leandro Szachtman es mentor de emprendimientos y orador internacional en temas de marketing. Ha sido profesor de materias de marketing y de emprendimiento de las carreras de Publicidad, Periodismo y Relaciones Públicas de la Universidad del Salvador en Buenos Aires. También se desempeña como mentor de emprendimientos de Startup Chile, e integró en 2016 el Global Entrepreneurship Bootcamp del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Se ha destacado colaborando en MITx Launch (después llamado LaunchX), programa de emprendimiento en los Estados Unidos para escuelas secundarias, y ayudando a más de un centenar de PyMES en tareas de transformación digital.
