El 2020 ha sido un año muy volátil para los mercados financieros, producto del covid-19. Si sólo ponemos como ejemplo el sector tecnológico en EE.UU., representado por el Índice Bursátil Nasdaq -que engloba a las 100 principales empresas de tecnología- perdió 25% de su valor en marzo, pero a junio se aprecia que ya recuperó todo lo perdido e incluso ya cotiza muy cerca de nuevos máximos históricos, a pesar de que aún no se encuentra una cura para el coronavirus y los datos económicos como PIB, desempleo y producción industrial a nivel mundial están muy por debajo de las expectativas del mercado.
¿A qué se debe esta subida? Claramente existe una disociación entre lo que pasa en el mercado financiero y la bolsa. Mientras por una parte tenemos en muchos sectores los peores datos económicos de la historia, por el lado de los mercados desde mediados de marzo vemos un comienzo de recuperación de todo el terreno perdido. Lo que se debe principalmente a optimismo en los inversionistas por la reapertura de la economía en Asia, Europa y EE.UU., donde se relajan las medidas de cuarentena, lo que vendría de la mano con un mayor consumo. También a que los Bancos Centrales han inyectado históricas sumas de dinero al mercado, lo que se conoce como estímulos monetarios
En EE.UU. los estímulos monetarios sobrepasan la histórica cifra de 2 billones de dólares. En Europa los valores son similares. El principal riesgo de estos estímulos monetarios agresivos por parte de los Bancos Centrales es la inflación una vez que se reactive la economía. Dados los actuales niveles de endeudamiento de la economía de EE.UU. existe un alto riesgo de que el dólar pueda perder su categoría de moneda referente a nivel global, y es acá donde entran toman importancia las criptodivisas como el Bitcoin.
Se trata de una criptodivisa o moneda virtual, que no depende de un Banco Central, sino que es creada por usuarios denominados mineros, a través de blockchain, que preserva el anonimato de sus propietarios. El gran plus de esta criptodivisa, a diferencia de los que pasa con cualquier moneda del mundo, en la que el Banco Central puede imprimir una cantidad ilimitada de la moneda, tiene una cantidad finita, no podrá haber más de 21 millones; de hecho ya se ha “minado” el 85% del total de bitcoin, quedan solo un poco más de 3 millones por minar.
El bitcoin nace en medio de la crisis subprime del año 2008, lo que demuestra que cuando existen crisis financieras, el mercado crea vías alternativas para proteger sus inversiones. Aún no está claro lo que puede pasar con el Covid-19, pues a pesar de que el mercado financiero ha recuperado terreno, está latente la opción de una fuerte corrección, donde monedas como el dólar perderían la confianza del mercado, y podrían actuar como refugio estas “nuevas “ monedas.
