Con una parte importante de la población llegando a los 100 días de aislamiento por la pandemia de coronavirus, una encuesta arroja que el 58,5% está realizando compras on line.
Según el relevamiento “Aislamiento y nueva normalidad” (Ola 3) de la consultora Datos Claros, en colaboración con Consummetric, el 76,9% de esas compras on line se realizan en marketplaces (Amazon y Mercado Libre, principalmente). También se utiliza el WhatsApp propio de la tienda y las apps de delivery.
En el cruce de conductas entre lo que hoy hace el consumidor y lo que hará cuando finalice la pandemia hay una lectura por rubros de cómo puede ser la nueva normalidad cuyo diseño gana lugar en las agendas empresarias.
En cuanto a las demandas hacia las marcas, la encuesta que abarcó el período mayo-junio arroja el siguiente ranking:
1° Bajar los precios.
2° Tener promociones.
3° Preocuparse por el bienestar de sus trabajadores, tanto en relación a las condiciones de higiene del lugar de trabajo como a las condiciones laborales en general
4° Escuchar la voz de los consumidores para entender sus necesidades y generar productos o servicios que respondan a ellas
5° Mejorar las fórmulas o las propuestas de los productos o servicios para que sean de mejor calidad.
6° Desarrollar productos y packagings que sean amigables con el medio ambiente, tanto en su producción como en su reciclado posterior
7° Ser una pyme o una marca de producción nacional.
8° Hacer publicidad para que sea una marca reconocida y me genere confianza.
Otros dos ítems relevados tienen que ver con la movilidad y los servicios. Por ejemplo, un 41,8% afirma que seguirá utilizando los comercios de cercanía, un registro que baja al 27,5% al indagarse sobre los servicios de delivery.
Los servicios bancarios y de pagos on line han recibido en este contexto de pandemia un claro espaldarazo. En ambos casos, es mayoritaria la proporción de consumidores que creen que llegaron para quedarse.
Humor social
La conexión directa entre consumo y humor de la gente se refleja en otros aspectos del estudio de Datos Claros. Así se aprecian un deterioro creciente en la situación laboral como también una pérdida en los ingresos.
También están prevaleciendo las sensaciones personales adversas ante la prolongación de la cuarentena, mientras que ya no es tan uniforme ni alta la consideración hacia la actuación del gobierno nacional ante la pandemia.
