Aunque muchos no lo crean, aún existen empresas que utilizan Excel para un sinfín de tareas, como cálculos, presupuestos, pedidos, informes, gestión de personas, incluso de proyectos y contabilidad. Lo siguen usando porque creen que migrar a un sistema de gestión, como un ERP 100% web, puede ser muy engorroso, complicado, caro, difícil. Pero eso no es así, ese es un mito que hay que erradicar. El cambio puede ser fácil y rápido.
Es evidente que el modelo de administración ha cambiado y las empresas inteligentes son las que perciben en ese cambio algo positivo; son las que innovan y aprovechan los beneficios de la revolución del conocimiento para gestionar sus negocios en línea, con información transparente y actualizada, desde cualquier lugar y en todo momento. Son aquellas que entienden que no innovar conduce al fracaso, como le pasó a tantas grandes multinacionales como Blockbuster, Kodak, Nokia, Daewoo, entre muchas otras que jamás imaginamos sucumbirían por quedarse pegadas en su zona de confort y dejar de hacer lo que las hizo grandes: cambiar e innovar.
En pleno siglo XXI, las tecnologías de la información nos permiten contar con sistemas extremadamente eficaces, fáciles, flexibles y seguros. Hoy, de hecho, se puede migrar completamente la administración y gestión de una empresa, en cuestión de minutos, incluyendo facturación electrónica y todo lo que requiere una compañía para hacer su trabajo de manera mucho más eficiente, productiva y competitiva.
Sin duda, cambiar es la llave que permite, en la actualidad, mantenerse vigente, aprovechar las oportunidades y optimizar la productividad. Para ello, las tecnologías de la información entregan todas las herramientas necesarias, no hay que temerles, hay que usarlas y si no son lo suficientemente eficaces, cambiarlas. Porque lo cierto es que las empresas inteligentes son las que cambian; las que no, fracasan.