La tecnología y las metodologías digitales pueden ponerse al servicio de las administraciones y empresas para contribuir a eliminar la discriminación de género en la sociedad.
El avance en el desarrollo de la Inteligencia Artificial plantea numerosos debates éticos ante los sesgos y actitudes que ésta puede adquirir a lo largo de su desarrollo.
Este tipo de herramienta digital puede usarse para definir actuaciones con el fin de sensibilizar a la población más susceptible de protagonizar situaciones de violencia, por lo que su aplicación correcta en la lucha contra la violencia de género puede ser muy benefiosa para la sociedad. Conocer la relación entre la gravedad de la agresión y las características socioeconómicas, la localización geográfica, el entorno cultural o la repetición de agresiones, permiten un mejor diseño de medidas más eficaces con los recursos disponibles.
Estas medidas dependen en gran parte del conocimiento del entorno cultural y socioeconómico, que permiten señalar acciones como la puesta en marcha de campañas orientadas al entorno cultural de víctimas y agresores, la comunicación a través de los medios óptimos, en la lengua y cultura apropiados, el tratamiento de alertas tempranas, así como los refuerzos en la dotación asistencial o en ayuda y vigilancia, algo para lo que los recursos digitales están preparados a la hora de analizar los datos y preveer determinados riesgos. Así, el conocimiento de los trazos significativos favorece la puesta en práctica de políticas específicas y un seguimiento y evaluación periódica de los indicadores clave, tanto en la lucha contra la violencia de género como a la hora de poner en práctica políticas de igualdad tanto a nivel gubernamental como empresarial.
Empresas especializadas en la aplicación de técnicas de inteligencia artificial como Ais Group destacan la importancia de las nuevas tecnologías como un recurso que contribuye a mejorar la estrategia y la planificación de actuaciones orientadas a reducir el número de episodios de violencia sobre las mujeres, a igualar diferencias sociales y acortar brechas de genero laborales.
Las técnicas de inteligencia artificial superan en capacidad de análisis a la estadística tradicional, ya que pueden analizar un número muy superior de variables, detectar interacciones y ofrecer resultados mucho más precisos. De esta manera las herramientas digitales llegan a detectar con mayor precisión los perfiles de víctimas más vulnerables para protegerlas o la detección de perfiles de potenciales agresores.
