Opinión: El hombre es responsable que todos los avances en la Inteligencia Artificial sean para su bienestar

Hay quienes anticiparon que se está cerca de alcanzar el punto en el que la capacidad de aprendizaje de las máquinas sea más acelerado que la del ser humano

 

El ser humano, ha demostrado en toda su evolución una admirable capacidad de adaptación que siempre le ha permitido alcanzar y satisfacer necesidades personales, como también colectivas, adaptándose a las diferentes situaciones de la vida.


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Hoy se está en una fase posterior a la de la Cuarta Revolución Industrial, que es la Revolución de Internet y del mundo interconectado. La pandemia de covid-19 ha acelerado algunas transformaciones que ya venían avanzando de manera admirable, entre las que se encuentra la Inteligencia Artificial (IA), como se define al comportamiento inteligente de las máquinas según los estándares humanos.

Los primeros estudios de IA se remontan a la mitad de 1950, y han evolucionado en forma exponencial en los últimos años, especialmente con la aplicación del “machine learning”, es decir, la capacidad de aprender de las máquinas.

Ray Kurzweil, ex jefe de ingenieros de Google y experto mundial de IA, afirma que en pocos años se llegará a pasar el Punto de Turing, es decir, el punto donde la capacidad de aprendizaje de las máquinas es mayor que la capacidad de aprendizaje de ser humano.

En pocos años se llegará a pasar el Punto de Turing (Ray Kurzweil)

El profesor Federico Faggin, físico, inventor y empresario italiano, creador del primer microprocesador (Intel 4004) y de las primeras memorias RAM entre otros aportes, también se interesó en la IA a lo largo de su extraordinaria carrera académica. En el 1986 fue cofundador de Synaptics, empresa con la cual desarrolló la primera tecnología táctil, que hoy se pueden encontrar en las tabletas, teléfonos inteligentes y otros dispositivos.

Synaptics nació como una idea de Faggin de impulsar el concepto de replicar en las máquinas las redes neuronales humanas, quién rápidamente entendió que se necesitarían muchos años para poder llegar a resultados satisfactorios. Hoy ya se está en ese punto.

No hay duda de que las máquinas son los mejores imitadores de comportamientos

No hay duda de que las máquinas son los mejores imitadores de comportamientos. Algunas de las aplicaciones de la IA, como las guías autónomas, revolucionan el mundo del transporte y las vidas de las personas en general. Apple, Tesla, Google, son solo algunas de las grandes empresas tecnológicas que están invirtiendo muchos en el desarrollo de estas tecnologías.

El profesor Faggin afirma que las máquinas pueden llegar, por ejemplo, a reconocer el perfume de una rosa en forma mecánica, pero nunca van a poder entender la reacción que provoca ese perfume en el ser humano porque carecen de conciencia.

Es la presencia de la conciencia en el ser humano la característica que lo diferencia de la máquinas, y es el hombre quien va a ser responsable de que todos los avances en la Inteligencia Artificial sean para su bienestar.

El autor es publicó esta columna en el blog de Fin Guru

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