Más allá de la Electrificación de los Vehículos de Reparto

José Antonio Vallejo, experto en Logística en Lima

Jose Antonio V. – Presidente Ejecutivo VALLEJOGROUP Urban Consolidation and Distribution Centers

Muchas empresas creen que lograr una logística urbana sostenible significa única y exclusivamente cambiar su flota de vehículos de reparto de unos a combustión a unos eléctricos, no tomando en cuenta que el consumidor de hoy les exige no solo a las empresas menos contaminación, sino también mejores ciudades para vivir donde no se colapse las vías por las que circulan, teniendo que pasar varias horas en el tráfico, donde las motos de delivery por su premisa en la entrega no respeten las normas de tránsito, en resumen donde no prime el bienestar individual antes del bienestar como sociedad.


Banner_frasco-suscripcion-800x250

Hoy, nos hemos dado cuenta de que no todo puede fabricarse en China y donde es necesario desarrollar cadenas que soporten las sucesivas crisis, donde estamos pasando del just-in-time al just-in-case, lo que implica disponer de stocks y proveedores cercanos, para ello debemos ubicar centros de logística y distribución mucho más céntricos, donde se hace indispensable conocer las ciudades y adaptarnos a ellas para lograr una logística urbana sostenible, responsable, eficiente y rentable.

Como vemos, el mundo de hoy nos exige no solo la modificación de nuestra flota de vehículos de reparto de combustión a unos eléctricos, ya que de igual manera provocarían un impacto negativo en las redes viales urbanas y por ende en la vida de las personas, para que nuestra flota de vehículos eléctricos genere un menor impacto es necesario contar con una cultura corporativa centrada en lograr un modelo sostenible.

Si ponemos como ejemplo alguna ciudad en Latinoamérica quizás como la ciudad de Lima, vemos que la ubicación de sus centros de distribución, preparación de pedidos y despachos para ecommerce se encuentran en muchos casos hasta 60 Km de la ciudad, donde la realidad de una ciudad con más de 10 millones de habitantes y su escasa infraestructura vial urbana se hace de suma urgencia la reubicación de esta infraestructura para llevar a cabo una logística de última milla sostenible, si solo nos centramos en modificar nuestra flota de reparto a combustión por una eléctrica, poco o nada estaríamos logrando, ya que por el colapso de las vías la estaríamos convirtiendo en una ciudad poco atractiva para vivir.

Es claro que el futuro va por una buena gestión de distribución donde los minoristas puedan recurrir a varios puntos de distribución para un mismo producto, desde hubs o micro hubs en la ciudad en su área metropolitana a modalidades como la recogida en gabinetes, pero para ello es necesario tomar consciencia de la importancia de los Centros de Consolidación Urbanos, donde nos permita lograr una gestión compartida de rutas para reducir las “millas vacías” y así mejorar la competitividad.

Tendremos una última milla más automática, más robótica, más digital, más analítica de datos, con más inteligencia artificial para deducir y optimizar patrones, más coordinada entre micro-centros logísticos repartidos por la trama urbana, y con muchos más puntos de servicio propios o de terceros.

Existe hoy una clara necesidad de concienciar al consumidor sobre el impacto de los diferentes modelos de consumo y servicio.

Banner_azules
Reciba las últimas noticias de la industria en su casilla:

Suscribirse ✉