José Antonio Vallejo – CEO VallejoGroup
El servicio de entrega de última milla se espera que aumente hasta un 78% para 2030, según un estudio del Foro Económico Mundial (WEF).
Este estudio también revela que el 70% de las emisiones de CO2 provienen de grandes ciudades superpobladas como Nueva York y Londres. Y es aquí donde los expertos del WEF señalan que la implementación de alternativas sostenibles a los vehículos de combustible convencional como los coches eléctricos, la entrega en bicicleta y los puntos de recogida de paquetes, podrían reducir hasta un 30% las emisiones globales de CO2.
En base a esa premisa, debemos tomar consciencia que el comercio electrónico y los servicios de entrega de #últimamilla deben volverse ecológicos, de lo contrario, supondrán serios desafíos para las ciudades en un período máximo de 3 años, según el WEF.
¿Cuál es el panorama actual?
Actualmente los grandes centros de distribución están situados, muchos de ellos, a más de 50 Km de las ciudades, desde esa infraestructura hoy muchas empresas atienden los pedidos y despachos de #ecommerce , no tomando consciencia que esta infraestructura fue diseñada y geolocalizada para una operación B2B, por lo cual migrar hacia un transporte eléctrico para las entregas, no es suficiente para lograr mejores ciudades para vivir; es por eso que insisto en la necesidad urgente no solo de replantear la ubicación de nuestros almacenes sino también de contar con Centros Urbanos de Consolidación y Distribución en zonas de alta concentración poblacional para que nos permita realizar una logística urbana colaborativa y responsable.
Mientras no logremos construir una red de #Hubs y #microhubs urbanos basados en la data, la cultura y las preferencias del consumidor de cada ciudad, donde las alianzas sean pieza clave, difícilmente vamos a lograr enfrentar a los nuevos desafíos logísticos urbanos.
Para muestra un botón, la ciudad de Lima es una megalópolis con mas de 10 millones de habitantes que no cuenta con infraestructura vial urbana eficiente para la #logística, los grandes operadores retail ante la falta de una cultura corporativa centrada en la sostenibilidad siguen colapsando nuestras calles y poniendo en riesgo la vida de las personas, primando el bienestar individual no y no el colectivo como sociedad.
Si este panorama no cambia y no tomamos consciencia de la necesidad de centrarnos en un modelo sostenible, nuestra ciudad poco a poco perderá su atractivo tanto para las personas que lo habitan como para los extranjeros que nos visitan y que nos permiten generar tantos ingresos para diferentes rubros de los que dependen muchas familias.
Desde el consumidor, este debe exigir a las empresas migrar hacia una cultura corporativa centrada en la sostenibilidad.
