Por: José Antonio Vallejo. Presidente en VallejoGroup
La Logística Urbana del Futuro: Cuando esta pasa por usar todas las estrategias posibles para descarbonizar el sector.
Sabemos que el incremento de la entrega de paquetes enviados a través de grandes operadoras de comercio electrónico y la mayor demanda de transporte urbano de última milla, el cual incide negativamente en la congestión del tráfico por un claro aumento de furgonetas y motocicletas, y el incremento de la contaminación, está llevando a muchas ciudades a enfrentar grandes retos.
Para hacer frente a este escenario es necesario además de migrar hacia a una cultura corporativa centrada en la sostenibilidad, contar con los activos inmobiliarios idóneos al interior del área urbana, que nos permitan aplicar una logística colaborativa.
¿Por qué la inmologística seguirá sólida en el 2023 a pesar de las adversidades?
👉Porque es claro que hay procesos industriales de ensamblaje y de fabricación que están volviendo a ser más locales, acercándose al punto de consumo, ya no se fabrica exclusivamente en China, eso también va a demandar espacios para almacenar las piezas o almacenar el producto terminado para su posterior distribución.
👉Además, el incremento de stock de emergencia y nivel de inventario para no cortar o no generar rupturas en la cadena de suministro, si llegara el caso.
Debemos conocer que estamos frente a un panorama en que la cuota del comercio electrónico va a seguir incrementándose y que la inmologística deberá dar respuestas a un comercio que tuvo un importante repunte con la pandemia.
Frente a ese escenario, es difícil entender como varias de las principales ciudades en Latinoamérica, con gran densidad poblacional (como la ciudad de Lima), todavía para hacer la distribución urbana del ecommerce utilizan los grandes centros de distribución a las afuera de la ciudad (entre 50 a 60 Km), no tomando consciencia de la necesidad de contar con espacio logístico urbano idóneo que hasta ahora no existía y que esta operación no debe generar contaminación ambiental, colapso de las vías urbanas e impacto en la vida de las personas.
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En la ciudad de Lima, al igual que en varias de las principales ciudades de países latinoamericanos, la logística urbana es un desafío debido a la falta de infraestructura, esta además, tiene una infraestructura deficiente para el transporte de carga. Las calles y avenidas son estrechas y están congestionadas, lo que dificulta el tránsito de camiones y furgonetas de carga.
Dicho lo anterior, migrar hacia vehículos eléctricos es en vano sino contamos con una estrategia y una cultura corporativa centrada en la sostenibilidad, y un líder capaz de llevarla a cabo dentro y fuera de la organización, que nos permita diseñar una red de almacenes urbanos que sean abastecidos desde los centros de consolidación y que permita aplicar una logística colaborativa, y no como actualmente ocurre, desde los centros de distribución a las afueras de la ciudad, generando caos vehicular y contaminando la ciudad.
