En la era actual de avances tecnológicos sin precedentes, la Inteligencia Artificial (IA) emerge como una fuerza disruptiva que moldeará el panorama laboral en Argentina, América y el mundo. A medida que nos adentramos en este nuevo paradigma, es crucial comprender cómo se redefinirá la naturaleza del empleo y qué medidas deben tomarse para prepararse adecuadamente para este futuro inminente.
Por Federico Carrera, co founder & COO High Flow.
En primer lugar, es indiscutible que ciertos puestos de trabajo corren el riesgo de quedar obsoletos debido a la automatización impulsada por la IA. Trabajos rutinarios y repetitivos, como algunas tareas de manufactura, atención al cliente de nivel básico y procesamiento de datos, están siendo gradualmente reemplazados por algoritmos y robots inteligentes. Sin embargo, es importante recordar que la historia ha demostrado que la tecnología también puede crear nuevos empleos a medida que cambia la realidad laboral. A medida que ciertos puestos desaparecen, otros emergen para dar respuesta a las necesidades de esta era digital. El foco de atención debe estar puesto en la velocidad en que este intercambio sucede y en cuán capaces son las personas para aprender nuevas tareas.
En contraste, ciertas ocupaciones experimentarán una metamorfosis significativa gracias a la IA. Profesiones que requieren toma de decisiones complejas basadas en datos, como la medicina, el derecho y la ingeniería, se beneficiarán enormemente al permitir una mayor precisión diagnóstica, análisis legal más eficiente y diseño ingenieril más avanzado. En lugar de reemplazar a los profesionales, la IA se convertirá en una herramienta poderosa que los respaldará en sus esfuerzos, mejorando sus capacidades y permitiéndoles centrarse en aspectos más creativos y estratégicos de su trabajo. La IA va a ser un gran complemento de la capacidad humana, lo que nos llevará a lograr mejores resultados.
Las razones detrás de estos cambios son variadas. En el caso de la desaparición de ciertos puestos, la automatización con IA promete aumentar la eficiencia y reducir los errores, lo que resulta en un ahorro de costos para las empresas. Además, la IA puede operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que aumenta aún más su atractivo para tareas repetitivas. En cuanto a la transformación de puestos, la IA está en una posición única para procesar y analizar grandes cantidades de datos en tiempo real, lo que proporciona a los profesionales información valiosa y en profundidad para tomar decisiones informadas.
Es esencial prepararse para este cambio de paradigma en el trabajo. La educación y la capacitación serán elementos clave para garantizar que las personas estén equipadas con las habilidades necesarias para colaborar con la IA en lugar de competir contra ella. Además, los gobiernos y las empresas deben considerar políticas que fomenten la transición laboral y el desarrollo de nuevas áreas de empleo relacionadas con la tecnología.
La revolución tecnológica impulsada por la Inteligencia Artificial (IA) está destinada a tener un impacto profundo y diferenciado en el futuro del trabajo en Argentina, América y en todo el mundo. A medida que nos adentramos en este panorama en evolución, es esencial comprender las disparidades en el impacto de la IA en estas diferentes regiones y cómo cada una puede abordar los desafíos y oportunidades que se avecinan.
En Argentina, la adopción de la IA podría ser un catalizador para modernizar y mejorar la eficiencia de ciertos sectores industriales y de servicios. Sin embargo, el país también enfrenta desafíos socioeconómicos, como la desigualdad y la falta de acceso a la educación de calidad en algunas áreas. La transformación de puestos de trabajo podría exacerbar estas disparidades si no se abordan adecuadamente. Es posible que transforme roles en industrias clave como la agricultura, la manufactura y el turismo, sin embargo, la falta de infraestructura tecnológica y capacitación podría limitar la adopción de la IA en algunos sectores.
En América Latina, las economías emergentes enfrentarán un desafío y una oportunidad en simultáneo. Si bien la adopción de la IA podría mejorar la eficiencia en la cadena de suministro y la logística, existe la preocupación de que los empleos poco calificados sean más susceptibles a la automatización. Es crucial invertir en educación y formación para preparar a la fuerza laboral para trabajos más tecnológicos y creativos. A nivel mundial, la IA está generando una nueva era de trabajos digitales y remotos, lo que permite a las personas colaborar en proyectos a nivel internacional sin importar su ubicación geográfica. Sin embargo, esto también podría aumentar la competencia global y requerir una mayor adaptabilidad por parte de los trabajadores.
Al mismo tiempo, las implicaciones éticas y sociales de la IA, como la privacidad de los datos y la discriminación algorítmica, trascienden las fronteras. Esto hace que se requiera una cooperación internacional para establecer normas y regulaciones que guíen el uso responsable de la IA en el ámbito laboral. La preparación y la inversión en habilidades serán esenciales para maximizar las oportunidades y minimizar los desafíos en cada región.
En conclusión, el futuro del trabajo estará moldeado por la influencia de la IA. A medida que ciertos puestos de trabajo desaparezcan, otros se transformarán para aprovechar el poder de la automatización y el análisis de datos. La clave radica en cómo nos adaptamos y respondemos a estos cambios: a través de la educación, la capacitación y la colaboración con la tecnología, podemos asegurarnos de que el futuro laboral sea uno de oportunidades y progreso.
Lea también: Los desafíos únicos para la adopción de la Inteligencia Artificial Generativa en América Latina
