Laureano Turienzo- CEO RETAIL NEWS TRENDS. PROFESOR. INFLUENCER LINKEDIN TOP VOICE RETAIL SPAIN
Nos dijeron: está muerto. En la era digital, los vinilos es cosa de trogloditas. Escribieron las esquelas y las publicaron en casi todos los informes.
Luego de enterrar al vinilo, nos contaron que en un mundo digital, esto de ir a las tiendas físcas, era cosa de trogloditas. Nos dijeron: van a morir. Lo llamaron “Retail apocalipsis”.
Hoy, en un mundo cada vez más digital y presuntamente post-covid, la gente va en masa a las tiendas físicas, y cada vez compra más vinilos.
Las ventas de álbumes de vinilo en los Estados Unidos han crecido por 16º año consecutivo. La pandemia le fue bien, a eso tan pasado de moda según los cartografiadores del futuro: las ventas de vinilos aumentaron en más del 50 por ciento en 2021, superando las ventas de álbumes digitales y de CD. Se vendieron casi 42 millones de LP en los Estados Unidos el año pasado, más de 45 veces en comparación con 2006, cuando nos contaron que empezaba una nueva era digital y que había que enterrar al vinilo.
Y las ventas de tocadiscos se han disparado. Si bien es evidente que el mayor consumo de música es digital, esta tecnología centenaria, no solo no ha muerto, sino que porcentualmente nada crece más, y cada vez más gente regresa a eso tan icónico que es oír a tu grupo favorito en un buen vinilo. Por no hablar del todo lo que rodea al vinilo, empezando por el envoltorio .
Y los datos indican que muchos consumidores jóvenes cada vez más apuestan por el vinilo.
¿Tiene sentido comprar vinilos en la era de Spotify? Pues los datos evidencian que sí. Los vinilos tienen un valor emocional que Spotify no tiene. Lo físico, el objeto, lo tangible, apela a las emociones fantásticamente. El tacto, el olor, lo corpóreo. El vinilo esconde un ritual que no puede replicar Spotify. Es una cuestión emocional.
Hay algo difícil de explicar. Hay una belleza invisible en los vinilos que hay miradas que saben captar.
Spotify es la realidad, y el vinilo, la utopia.
