Khan el-Khalili, joya inmortal del retail mundial

Khan el Khalili de El Cairo
Fuente: Wikipedia

Khan el-Khalili, el bazar laberíntico de El Cairo, es una joya inmortal del retail mundial. Como puedes imaginarte no sale en ningún estudio de tendencias, ni se ha mencionado jamás en los foros supraespecializados. El hecho de que lleve 600 años abierto, y de que los mamelucos, los turcos otomanos y los soldados de Napoleón hayan comprado allí, no parece suficiente.

Yo he estado al menos 5 veces. Y debería ser un lugar de peregrinaje de directivos del retail mundial. El safari de tendencias por excelencia. Ahora que nos dibujan un retail del futuro de “tiendas experienciales y de customercentrismos” , convendría viajar a El Cairo con el ego genuflexo y los sentidos hambrientos de percepciones. El Khan es un mundo en sí mismo dentro de El Cairo, con su propia jerarquía social, familias, tradición y ritmo.


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Khan el-Khalili consta de unas 12.000 tiendas, la mayor concentración de tiendas del área mediterránea. La mayoría de las tiendas son pequeñas y se amontonan en caminos angostos que dan vueltas y vueltas, pero también hay tiendas más grandes, separadas, algunas con patios. Khan es un Marketplace de 600 años de antigüedad que se divide informalmente en barrios que se especializan en ciertos productos: oro, perfumes y cosméticos, joyas, telas, encurtidos…

Camino por las callejuelas, y niños pequeños aparecen y sugieren las maravillas de la tienda de su familia. Me escoltan, tiran y espantan a otros vendedores y oigo una imitación de todas las lenguas. Me meten en una tienda de perfumes, me abruman muchos perfumes de Arabia y me invitan a tomar el primero de muchos cafés . Y entonces empieza ese arte tan estratégico, ya perdido en occidente, que es el regateo. Donde los comerciantes se dejan ganar, y el cliente sale convencido de que ha ganado.

Camino, y las exhibiciones de alimentos son épicas: montañas acolchadas de hilos de azafrán rojo, picos cónicos de cúrcuma naranja y pimentón picante, polvo de mostaza,comino marrón tierra y canela rojiza, frutas apiladas en pirámides. El seductor aroma de café recién tostado emana de los cafés. Pasteles y dulces, están a la vista en todo el bazar; tentaciones azucaradas dispuestas en enormes bandejas redondas. gelatinas anaranjadas, rojas y amarillas tan brillantes como vidrieras, pistachos verdes perfumados con agua de rosas y crujientes nueces.

Pan de pita carbonizado al fuego,el tahini para untar de sésamo y garbanzos, y una ensalada de pepino y tomate picado con cilantro. Y a seguir caminando por ese patrimonio inmaterial del retail, por ese universo realmente “experiencial” que no aparece en los informes de tendencias.

Khan el-Khalili es un ecosistema de ruidos musicales,bailes, desfiles y cuentacuentos, tiendas infinitas y una avalancha de gente inaudita. Telas, libros, muebles, joyas, y de pronto una procesión nupcial, acompañada por músicos, y un niño que tira de mi mano, y me dice que me llevará a la tienda más maravillosa del mundo.

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