Donde la logística inversa se ha convertido en una fuente de ventajas competitivas.
Según el estudio de varias empresas especializadas en gestión inmobiliaria, el boom del comercio electrónico generado durante 2020 se tradujo en un aumento en la demanda de alquiler de nuevos espacios, tendencia que afirman continuará a corto y medio plazo.
Pero es claro que, la operación de última milla sigue presentando varios retos y dentro de ellos, está lograr una operación eficiente y a la vez rentable, uno de los grandes errores se produce al intentar repartir envíos B2C utilizando la logística tradicional para el canal B2B y esto debido a que muchas empresas cuentan con una amplia estructura operativa (plataformas y redes de distribución), con inversiones muy elevadas en áreas no productivas.
Para muestra un botón, en la ciudad de Lima, la capital del Perú, no solo no se ha creado una red de microhubs urbanos, sino que, se sigue utilizando los grandes centros de distribución (polígonos industriales) ubicados a las afuera de la ciudad (Huachipa, Lurin) para el ecommerce.
La correcta ubicación de una infraestructura física logística para ecommerce no solo depende del valor suelo o que te guste una ubicación, ya que ésta va mucho más allá, se trata de elegir una ubicación que nos permita realizar una operación logística rentable y cuyo principal objetivo sea lograr una experiencia memorable en el consumidor que genere confianza.
Hoy el consumidor valora al momento de elegir una compra, la responsabilidad medio ambiental que tiene la empresa y este tema va mucho más allá de contar con vehículos eléctricos, ya que, si no se logra una logística eficiente, colaborativa y sostenible, mediante una infraestructura adecuada, generarán un alto impacto en la red vial de las grandes ciudades.
Una noticia que leí hoy por la mañana te ayudará a entender mejor la problemática del sector y cómo lograr hacer eficiente y rentable la logística para el canal B2C.
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