Por Argenis José González Salas – Abogado – Ex Presidente de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo
La Ilógica urbana de la Gran Valencia: de 1994 a 1997, se inició una obra ferroviaria que beneficiaría la movilidad de los ciudadanos venezolanos, concretamente el Metro de Valencia del Estado Carabobo, una espera y un logro para la movilización de aproximadamente unos 22.676.000 de habitantes. Por temas presupuestales, la obra quedó en pausa, lo que, para el Gobierno de Chávez, fue una oportunidad de retomarla y apuntarse el crédito, no obstante, con las diversas negociaciones con las empresas extranjeras contratistas, del Metro de Valencia, inició operaciones comerciales en el año 2007 con 4 estaciones, y para el año 2015, se hizo la entrega en su totalidad de 9 estaciones, que daba más beneficios a los habitantes de la zona sur, lo que era algo muy positivo. No obstante, los retardos continuaron y la topa tuneladora “Beatriz”, se quedó en una estación importante, en plena zona central de movilidad para la mayoría de los ciudadanos.
Recientemente, tuvimos visitas de familiares que conocían el trabajo de esta obra, y les causó mucha curiosidad en lo que hoy en día se convirtió, una estación de metro, de un acceso importante: una obra de entretenimiento…Navidad dio pie, a que fuera decorada con las luces, adornos y todo el embellecimiento que el actual alcalde de la ciudad, sabe adornar, y con mucha tristeza, me comentan: “ Es decir que la topa “Beatriz”, la magno inversión, quedó tapeada para siempre, para ser objeto de entretenimiento, y no una herramienta funcional que rescataría los avances de la ciudad. Valencia, sigue siendo un pueblo, gracias al poco interés de sus gobernantes”
Tras años de construcción, la obra no ve y posiblemente no verá luz, y todo el mundo imagina que el gobierno nacional, regional y municipal, no tienen dinero para continuarla. El metro de Valencia, retomó su silencio, no informa. Los oficialistas callan y los opositores también. Y mientras tanto, los habitantes de las viviendas rurales de Bárbula, siguen añorando con ese día, en que el metro llegará hasta el destino prometido, sin tan solo mencionar la construcción del ferrocarril hacia Caracas o la Guaira o para Puerto Cabello, Barquisimeto y Turen.
Ahora recuerdo lo atrasado que estamos en esta materia. Antes viajamos desde el tren de Puerto Cabello hasta Turen y de regreso. Años antes, el tren iba hasta la Guaira. El país ha ido retrocediendo. Los gobernantes no se han dado cuenta sólo se preocupan por volverse superhipermillonarios, Sería ilógico que compadecieran junto al pueblo, pagando pasajes en buses, caminando porque no tienen para pagar un transporte público y exponerse caminando por la autopista, para llegar a sus puestos de trabajo, para mantener la mente ocupada, pero por desgracias, nunca para producir, como alguna vez fuimos, un país rico y consagrado de Latinoamérica
El que logra el poder tiene que progresar. Y al dejarlo tiene que hacer como Carlos Andrés Pérez Rodríguez, asegurarse su futuro con mucho dinero, ahorros, inversiones… Bien dicen que el Metro de Valencia, no es un Metro sino un centímetro.